Bankia, la solución que nunca llegó

Bankia surgió como una solución a los problemas que tenían las cajas de ahorro, siendo parte del proceso que buscaba la reestructura que facilitara los avances de la economía española. ¿Pero cómo ha sido la evolución de Bankia y en que situación se encuentra?

El principal origen de Bankia es la crisis del ladrillo que afectó a diversas cajas. Esta situación obligó al Banco de España a pensar en un nuevo modelo financiero que fue llamado Sistema Institucional de Protección.

De entre todas, las instituciones más afectadas por la crisis del ladrillo fueron Caja Segovia, Caja de la Rioja, Caja Madrid, Caixa Laietana, Bancaja, Caja de Canaria y Caja Ávila. En un primer momento tan solo Bancaja y Caja Madrid se mostraron abiertas a la fusión, pero conforme pasó el tiempo y la situación empeoró  las otras cinco cajas se unieron en la llamada “fusión fría”.

Sin embargo Bankia no nace en este primer momento, sino el Banco Financiero y de Ahorros (BFA). Tres meses después, el 2 de marzo se crea Bankia como filial propiedad del 100% del FBA y con el total de activos y pasivos de las siete cajas de ahorros. Originalmente la función de Bankia era manejar todo lo relacionado a la industria del ladrillo, la cual supuestamente estaba óptimas condiciones para competir en el mercado extranjero.

Tres meses y medio después de iniciar funciones Bankia sale a la Bolsa el 20 de julio, logrando recaudar alrededor de 3,092 millones de euros con un precio de 3,75 euros por acción. Esto permitió que Bankia fuera incluida en el IBEX 35 y en los índices MSCI Global Standard de Morgan Stanley Capital International al mismo tiempo que seguía estando bajo el control de la BFA.

Desde julio de 2011 y hasta mayo de 2012 Bankia siguió funcionando con el capital que la población invertía hasta que ya no fue suficiente y finalmente en mayo de 2012 el gobierno español se ve obligado a salvarla con recursos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con una cantidad de entre 7,000 y 10,000 millones de euros y con una tasa anual del 8%.

A pesar de todas las ayudas que obtuvo, tanto del gobierno como de inversionistas particulares, la situación de Bankia no mejoró sino que además empeoró. Por esta razón el 9 de mayo se anuncia la nacionalización del BFA y para el 25 de mayo, la CNMV suspende la cotización de acciones de Bankia.

En los días posteriores a la nacionalización se llevaron a cabo diversas inyecciones de capital tanto al BFA como a Bankia, lo cual agrava la situación del país. Entre las situaciones que se presentan se encuentran los rescates financieros que España ha pedido a Europa y la disminución de calificación financiera de España.

El 9 de junio Luis de Guindos anuncia la solicitud de rescate que España hizo a Europa por una cantidad que podría llegar hasta los 100.000 millones de euros. Mientras la Unión Europea se encuentra analizando la posibilidad de otorgar este préstamo, 21 bancos españoles son considerados “bono basura” y uno de ellos es Bankia.

Finalmente el 11 de julio Europa decide otorgar un préstamo a España a cambio de diversas condiciones establecidas en el Memorando de Entendimiento. Entre las reglas establecidas existe una que puede significar el fin de la existencia de Bankia:

“Revisión exhaustiva del  sistema bancario que permita determinar cuáles son los bancos que aún se pueden rescatar y cuáles deberán ser liquidados.”

Hoy por hoy Bankia es una de las instituciones más odiadas y que menos credibilidad tiene entre la población. Algunos esperan que simplemente desaparezca para evitar mayores gastos mientras que otros, los que han puesto todo su capital en este banco, esperan que continúe existiendo para recuperar el capital invertido.

Sin importar lo que suceda con Bankia en los próximos meses, no se puede negar que ha dejado grandes enseñanzas sobre las políticas económicas que deben seguirse y primordialmente las que no deben seguirse para sanear situaciones de crisis.

 

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