La banca no deja de sorprendernos. No por el producto en sí, las cédulas hipotecarias, sino por la colocación de este tipo de inversión financiera al tramo minorista.
En esta ocasión comentaremos la estrategia de Caja España-Caja Duero para obtener liquidez de los clientes de sus sucursales, emitiendo un producto financiero conocido como cédulas hipotecarias a 3 años y ofreciéndolas a sus clientes habituales.
Estamos ante una práctica que se está haciendo demasiado habitual entre las entidades financieras y gobiernos autonómicos (con las famosas emisiones de bonos patrióticos y demás): colocar productos financieros con riesgo a los particulares.
El hecho en sí de comercializar productos complejos a los particulares no tiene el porqué ser malo, siempre y cuando se haga con la máxima transparencia y a precios similares al tramo institucional, que siempre debería existir.
Poca garantía nos da un producto que por complejidad o precio sólo se coloca al tramo minorista dejando a los verdaderos profesionales de la inversión fuera del negocio. Seguramente es un producto con demasiado riesgo o con una rentabilidad por debajo de lo deseable.
¿Qué son las cédulas hipotecarias?
Dice el Banco de España:
Las cédulas hipotecarias son un activo financiero o título de renta fija que se emite con la garantía de la cartera de préstamos hipotecarios de la entidad de crédito emisora.
De la definición podemos extraer que son un tipo de renta fija emitido por una entidad de crédito (no empresas) y que está garantizada por una cartera de hipotecas.
Admito que la primera lectura me trae a la mente las hipotecas subprime y sus titulizaciones. Sin embargo el producto es mucho menos peligroso, la emisión parte directamente de las entidades financieras, y además en España el préstamo hipotecario está respaldado por la vivienda y, además, por el patrimonio personal del hipotecado.
¿Qué hipotecas hay detrás?
La normativa hipotecaria, para asegurar la solvencia de las garantías hipotecarias que hay detrás de los bonos, participaciones o de las cédulas hipotecaria, establece una serie de condiciones para las hipotecas usadas para estos fines:
El préstamo o crédito garantizado no podrá exceder del 60% del valor de tasación del bien hipotecado, salvo para la financiación de la construcción, rehabilitación o adquisición de vivienda, en las que podrá alcanzar el 80% de aquel valor.
Por tanto, se trata de asegurar que las hipotecas que respaldan la devolución del dinero invertido en cédulas hipotecarias sea buenas y no sobrepasen unos porcentajes prudentes de tasación. De esta regulación surge la leyenda urbana de que está prohibido conceder hipotecas por encima del 80% de tasación.
¿Son un producto seguro?
Lo son. De hecho podríamos decir que son uno de los más seguros entre los títulos de renta fija. Al estar respaldados por préstamos hipotecarios y tener una fecha de vencimiento conocida, la posibilidad de recibir nuestro dinero en tiempo y modo es muy alta. De hecho no se conoce aún ningún impago de cédulas hipotecarias en España.
La decisión de invertir en este tipo de producto no debe hacerse a la ligera. Hay que valorar la rentabilidad, el riesgo y el escenario de la inversión. Y el asesoramiento del director de sucursal no es suficiente.
Pau A. Monserrat
como se pudo decir en fecha 25 de mayo – solo hace un año- que las celdulas hipotecarios son de los titulos de renta fija mas seguros cuan la burbuja im obiliaria ya habia explotado y que las perspectivas de remonte de dicho sector son mas que nulas ?