El crecimiento de España es una realidad. Los analistas más prestigiosos y los informes con más reconocimiento internacional así lo avalan. Las buenas influencias de factores exteriores, y las últimas políticas llevadas a cabo por el Banco Central, han llevado a un cambio al alza del crecimiento, entre otros, del PIB.
Como cada mes, son nuevos datos de los que disponemos para realizar nuevas aproximaciones y valoraciones sobre el comportamiento futuro de nuestra economía. Uno de los informes con más relevancia en el sector es el Informe mensual de «la Caixa» Research, en el cual nos basaremos para la explicación de las factores que más influyen en esta recuperación económica. Dividiremos el informe en 3 bloques: mercados financieros, economía internacional y Unión Europea.
Mercados Financieros
No es una novedad que los mercados financieros europeos están en auge. Su fase de crecimiento se ha mantenido durante el pasado mes de febrero, llegando a una consolidación sin precedentes. Una moneda débil, como es el euro en la actualidad, supone una mayor competitividad, a través de la reducción de costes y el abaratamiento de las exportaciones, entre otras cosas.
A esta situación contribuye especialmente la última política del BCE, quantitative easing (QE), así como la reiteración por parte de la Reserva Federal (Fed) de un ritmo de crecimiento lento por parte de EEUU, lo que retrasa la subida de los tipos, algo que sigue manteniendo un dólar fuerte, y que nos beneficia ampliamente. Todo hace indicar que esta institución moverá ficha pasado el verano.
Una mejora de las expectativas, que ha influido también en las bolsas europeas y en la rentabilidad. Destacamos, una volatilidad del mercado de divisas en general,con depreciaciones que requieren mención especial como la de la moneda turca, la lira, depreciada un 10% respecto al dólar en lo que va de año.
Economía Internacional
No podemos empezar de otra manera para explicar la situación de la economía internacional que con el abaratamiento del petróleo. Esta situación tiene, como es lógico, un efecto expansivo, que llega a todos los rincones y mercados del mundo. La economía global está acelerando su ritmo de crecimiento, llegando al 3,4% en estimaciones para este 2015. EEUU y China, son los principales países que lideran el crecimiento.
EEUU
En relación a EEUU, cierto es que no terminó 2014 como se esperaba, y tampoco ha empezado bien 2015, pero esto no quiere decir que las expectativas también hayan cambiado. Aún se espera un crecimiento más que aceptable para finales de este 2015. Concretamente pasará de crecer un 3,5% a un 3,1%. La tasa de paro de EEUU se situó el mes pasado en el mínimo desde mayo de 2008.
Inversión empresarial, recuperación del mercado inmobiliario, así como la política fiscal serán las claves de este crecimiento. La inflación, cercana al 0% interanual, es lo que más llama la atención. Como podemos ver claramente en el siguiente gráfico con la atonía entre el IPC y la inflación subyacente.
JAPÓN
Japón también terminó el año un poco peor de lo que se esperaba, bajando el crecimiento del último trimestre desde un 0,6% a un 0,4%. Sin embargo hay que destacar la buena disposición de las políticas tanto fiscal como monetaria, del aumento del consumo y de la acumulación de existencias. Como punto negativo la baja inflación, que no llega (ni de lejos) a lo marcado por el BOJ, pero con un crecimiento de las exportaciones importante. Aún así, las perspectivas son de un crecimiento del 0,8% al finalizar este 2015.
Unión Europea
Sin duda, la salida de la crisis del territorio europeo es un hecho. El aumento del consumo, la inversión, las exportaciones y de la mayoría de los datos macro más influyentes lo reflejan. La depreciación del euro, sin duda, es un factor de empuje a todos ellos, que a mejorado y mucho las expectativas que rodeaban a la UE.
La OCDE mejora las expectativas de crecimiento, llegando a un 1,4% en 2015 y un 2,0% en 2016. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este crecimiento está totalmente influenciado por el precio del crudo, que está en niveles muy bajos, y por las políticas e impulsos del BCE, y como es lógico estos dos factores no son eternos. Para poder mantener esto a largo plazo, es necesario apoyar la situación con cambios estructurales.
Indicadores como el PMI que muestran una aceleración de la actividad, una mejora notable en la tasa de paro, aunque con desigualdades notables en los costes laborales dependiendo de los países. Una demanda interna, que mejora los datos de actividad. Una bajada del precio de los carburantes, lo que supone un aumento del ahorro. Una gran destrucción de empleo, sin ir más lejos en España, que parece que se recupera con el buen dato de crecimiento del último trimestre de 2014.
A pesar de todo estos, los desequilibrios en la Eurozona aumentan. La solución empieza por acelerar los cambios y las reformas, para que los cambios temporales de los que hablábamos antes, se mantengan.