Te traemos una serie de consejos con los que reducir el total a pagar en la factura de la luz.
Probablemente esta mañana hayas notado que todo está un poco más frío. El invierno ya ha llegado, precedido de un otoño que ha pasado del peor de los calores al miedo a las bajas temperaturas. Los termómetros están en un continuo descenso que nos invita a quedarnos perennes junto a la estufa de casa o a poner a trabajar al máximo nuestros climatizadores para hacer del hogar un lugar cómodo y alejado de las malas temperaturas del exterior.
El problema de esto es que el continuo funcionamiento de estos aparatos no hace más que sumar consumo de electricidad, y esto a su vez conlleva a engrosar las cifras de la factura que tendremos que pagar a final de mes. Diciembre y enero son dos de los meses donde más se dispara el importe de los pagos a las compañías eléctricas. Y esto, sumado a unas navidades que ya de por sí son unas épocas definidas por el continuo gasto, nos presenta una combinación explosiva para la economía de muchos hogares.
Pero hay maneras de navegar por estas fechas sin miedo a esa factura que llegue en unos días. Podemos hacer muchos pequeños gestos que poco a poco vayan restando al montante total para que todo sea mucho más llevadero. Aunque podemos optar por cambiar directamente de suministrador y apostar por nuevas variantes mucho más flexibles y competitivas, como la compañia electrica Podo; hay muchos cambios a efectuar dentro del hogar que, si se extienden a todos sus integrantes, pueden permitir que ahorremos mucho más de lo que se cree.
¿Y cuáles son estas formas de ahorrar dinero en electricidad? Vamos a explicarlas a continuación. Toma asiento y coge lápiz y papel, porque todo esto te va a ser de gran utilidad para tomarte las navidades con un poco más de tranquilidad.
Métodos para ahorrar en electricidad
Desenchufa todos los aparatos
Tenemos la malsana costumbre de apagar la televisión con el mando y dejarla, de dejar multitud de aparatos enchufados pero apagados. Es cierto que, de esta manera, no consumen tanto como lo haría funcionando a pleno rendimiento; pero también lo es que, así, siguen realizando un pequeño consumo que genera un peligroso efecto bola de nieve.
Está demostrado que, si desenchufamos todo aquello que no necesitar estar en funcionamiento, podemos conseguir un ahorro del 10% en nuestro consumo anual. Para dar un ejemplo práctico, piensa que en lugar de pagar 100 euros en una factura, pagarías 90.
Sé inteligente con el uso de electrodomésticos
En el uso de electrodomésticos hay que abogar por la eficiencia. En primer lugar, es más que conveniente buscar aquellos que tengan un alto rendimiento; esto es, que consuman menos para realizar el mismo trabajo que otros. Una vez con esto cumplido, lo siguiente es trabajar siempre con las temperaturas adecuadas.
Una lavadora puede hacer sus lavados entre los 40 y 60 grados sin problemas, incluso optar por el agua fría. Al no tener que calentar tanto, reducen su consumo. También es importante echar un vistazo al termostato de los frigoríficos, tendemos a elevarlo demasiado y, de nuevo, volver a un gasto innecesario.
Ojo con la calefacción
Llegas de la calle con un frío calado hasta los huesos. Entras en el salón de casa, te sientas en el sofá y pones la calefacción casi al máximo para quitarte esa desagradable sensación de frío. Se hace mucho más de lo que se cree, e incita a un gasto exagerado para conseguir algo que, luego, hemos de regular para no estar incómodos.
Según datos recogidos por diversas marcas, cada grado de más aumenta un 7% el consumo de energía eléctrica. Está demostrado que una temperatura de entre 19 y 21 grados es más que correcta para estar cómodamente en una vivienda. Incluso, por la noche, se recomienda bajar un poco dicho margen para dormir sin problemas.
Cuidado con la potencia contratada
La potencia que contratamos con la compañía eléctrica es uno de los factores que más influye en el precio. Debemos asegurarnos de movernos en los márgenes adecuados para no pagar más de lo que realmente necesitamos. Por ejemplo, un hogar pequeño con dos o tres habitantes no necesita contar con 4,5 kW, y este remanente sobrante nos hace pagar más de 50 euros al año para nada.
Estas 4 son las grandes claves para reducir el gasto en consumo de luz. Por supuesto, hay muchos más pequeños hábitos que podemos llevar a cabo en casa para que la factura disminuya más todavía; sin embargo, siguiendo estos, vas a comprobar con mucha rapidez cómo el total a pagar disminuye drásticamente y te ayuda a mirar la factura con cierto alivio.