La planificación de los impuestos en la empresa es un aspecto crucial para el buen desarrollo empresarial. De hecho, la planificación fiscal debería incorporarse a la empresa desde el mismo momento de su andadura empresarial.
La importancia de la planificación fiscal se basa en tres aspectos clave que cualquier empresa, independientemente de su tamaño, debe siempre tener en cuenta:
- La aplicación de los impuestos correspondientes, y la optimización en la tributación
- La atención a los posibles errores fiscales, o, a los elementos de mejora en la tributación que pueden pasarse por alto
- Las modificaciones a las leyes fiscales y el impacto que pueden tener sobre la empresa
Se trata, en definitiva, de un aspecto clave en la buena salud económica empresarial.
Por qué es necesario planificar los impuestos y una buena planificación fiscal
En atención a los tres puntos que citábamos anteriormente, el motivo fundamental por el que es necesario una buena planificación de los impuestos en la empresa es la optimización de la tributación.
Esta optimización, cuando se realiza de manera correcta, por ejemplo, al tener un abogado experto en la materia, ofrece, entre otros, tres beneficios clave:
- Ayudará a la reducción de la carga tributaria, con lo que esto supone económicamente a la empresa
- Evitará errores o malas prácticas provocadas por la inexperiencia o el desconocimiento de la legalidad, y que pueden acarrear sanciones, y problemas económicos graves
- Eliminará el impacto interno de tener que asumir tareas de alta cualificación y especialización como la asesoría fiscal y la planificación tributaria
Errores comunes en una mala planificación fiscal
Los errores más habituales en las planificaciones fiscales de las empresas son los siguientes:
- Ausencia de estudio profundo de la situación tributaria de la compañía
- No aprovechar al máximo la legalidad para mejorar la tributación
- Errores documentales a la hora de preparar la planificación
- Errores en la consideración del equilibrio entre rendimiento y carga fiscal
- No contemplar aspectos complementarios a la tributación en la planificación fiscal, como, por ejemplo, las inversiones
En definitiva, generalmente se trata de errores derivados de una mala elección sobre quien recaerá la planificación fiscal de la empresa. Por ello, es básico elegir correctamente quien realizará dicha planificación.
Cómo elegir correctamente una buena planificación fiscal
El camino más eficaz para una buena planificación fiscal es acudir a los servicios de los abogados fiscales.
Los servicios profesionales de este tipo de especialistas fiscales, ayudarán a la empresa a optimizar al máximo la tributación. También, a reducir la carga tributaria dentro de los márgenes de la legalidad, pero, aprovechando todos los ángulos que la legislación vigente permite. Esta optimización no sólo ofrecerá un ahorro notable a la hora de tributar, sino que también evitará los errores graves que, por falta de asesoría pueden cometerse.