Es importante saber rentabilizar nuestros ahorros. Pero más importante es hacerlo con sentido común, paciencia y elegir el momento idóneo para hacerlo. Los inversores que no se dediquen profesionalmente a ello y aquellos que no puedan seguir la evolución de sus inversiones constantemente deben extremar más todavía sus cautelas al respecto.
Hay momentos en los que es mejor no invertir en Bolsa y favorecer inversiones menos rentables pero más seguras. Momentos bajistas y de inestabilidad económica son dos de ellos.
Antes de invertir es necesario adoptar una serie de claves que nos garantizarán que nuestras inversiones sean adoptadas con sentido común. No sabemos con certeza si ganaremos o no pero sí podemos evitar correr riesgos innecesarios.
La Bolsa no es un casino. Cierto es que se pude ganar o perder pero el resultado no depende del azar si no del vehículo elegido para hacerlo. La inversión estará determinada por el riesgo y resultados de la empresa de la que eres participante y del riesgo derivado de la coyuntura del mercado.
Todas las inversiones independientemente del producto financiero elegido tienen riesgos. De ahí que la manera de obtener buenos resultados es evitar los innecesarios y basar nuestras decisiones en razonamientos coherentes.
Antes de invertir…
- Pon el sentido común al servicio de tus inversiones. La decisión debe ser meditada y planificada. En este sentido, en ocasiones es conveniente acudir a un asesor financiero que nos guíe.
- No dejarse llevar por corazonadas ni rumores sin fundamento.
- Evitar entrar en los mercados bursátiles en momentos de inestabilidad económica para renta variable.
- Evitar ciclos bajistas de mercados para la compra de acciones.
- No comprar acciones de compañías que tengan un alto componente especulativo ni en empresas que presenten malos resultados empresariales.
- En momentos de incertidumbre económica es mejor esperar a que la coyuntura mejore.
- Al valorar las inversiones se debe tener en cuenta el efecto de la inflación y los gastos de mantenimiento de las mismas. Si la inversión es a largo plazo no basta con recuperar el dinero invertido una vez concluida la misma. Lo importante es el poder adquisitivo del dinero y este varía con el tiempo.
- Dado que el riesgo existe, la mejor opción es diversificar para diversificar también los riesgos que asumimos.
Una vez realizada la inversión es fundamental hacer un seguimiento de la misma. Los resultados estarán en función del tiempo dedicado a su análisis y estudio. Las circunstancias pueden cambiar de un día para otro. Para ello deberá valerse de informes que elaboran bancos, analistas y expertos.
Ser inversor implica saber valorar sus inversiones. Tomar referencias informarse y formarse un criterio propio sobre las mismas.
Ni miedo excesivo ni confiar en la suerte. El proceso exige paciencia, trabajo y dedicación. Es el secreto de una buena inversión.
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