Tal vez usted haya oído en los últimos tiempos que los depósitos no pasan precisamente por su mejor momento, esto es cierto, pero también es cierto que siguen siendo el producto de ahorro más contratado, ¿el motivo? Se trata de un producto seguro, garantizado y que, por ejemplo, en su versión online resulta muy sencillo de contratar.
Realmente un depósito en sí mismo es un producto simple. Se trata de una imposición a plazo, es decir, nosotros colocamos un dinero determinado (a veces a partir de cantidades mínimas y con límites máximos) a un plazo concreto que el producto nos ofrece, transcurrido ese plazo nos es devuelto el dinero aportado más la rentabilidad pactada de antemano.
Se trata de un producto tremendamente sencillo en comparación a otras ofertas de inversión o ahorro. Además, es un producto seguro, por un lado se basa en la devolución íntegra del capital aportado por el ahorrador más las rentabilidades obtenidas, esto es un principio inamovible de los depósitos aunque pueden existir variantes en cuanto a cómo obtener la rentabilidad. Por otro lado se trata de un producto protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos que viene a garantizar que al menos 100.000 euros de su aportación a los depósitos siempre se encontrarán protegidos incluso en escenarios de catástrofe económica.
En el párrafo anterior quedan claros los motivos por los que se trata de una manera segura de ahorrar, pero, insistimos, también de una manera muy sencilla, algo que se visualiza muy bien en los depósitos a través de Internet.
Si tomamos como ejemplo los depósitos online de Banco Sabadell, una de las propuestas con más variedad de plazos, podemos comprobar como efectivamente la contratación de este tipo de depósitos a través de Internet se plantea de una manera sencilla, muy asequible para cualquier perfil de usuario y sobre todo muy cómoda: en definitiva se trata de facilitar la contratación al máximo de un producto que ya de por sí no tiene grandes misterios a la hora de contratarse.
La pregunta del millón sería la que haga referencia a si hoy en día es interesante contratar depósitos o no: va a depender mucho del perfil del usuario lógicamente, pero, debemos tener en cuenta que la rentabilidad de los depósitos va acorde a cuestiones como la inflación (con quien siempre se debe comparar el rendimiento) o el bajo precio del dinero, es decir está respondiendo a una realidad que no va a mejorar en exceso dentro de otros productos de ahorro en los que, además, tal vez no encontramos la seguridad que los depósitos otorgan.