En la contabilidad, cuando se habla de cuentas, se pueden aplicar dos maneras diferentes de analizar los diferentes tipos de cuenta. Por un lado, estaría el enfoque tradicional, que es el que se utilizaba en mayor medida en el pasado, y se sigue aplicando en algunos ámbitos. Por otro lado, estaría el enfoque moderno que, es más utilizado desde el punto de vista de la clasificación de cuentas.
Hay que valorar que la clasificación de las cuentas es mucho más utilizada a nivel global en cualquier tipo de contabilidad empresarial.
¿Qué es el enfoque moderno y cómo se aplica?
El enfoque moderno se utiliza en prácticamente todos los países avanzados donde se realicen tareas de contabilidad en la empresa. Posee un modelo de clasificación diferente al enfoque tradicional.
Los tipos de cuentas en las que se divide este enfoque son los siguientes:
De activos
Estas cuentas reflejan el valor de los activos de las empresas. Los activos serán aquellos artículos o propiedades que pertenecen a la empresa y que pueden ser tangibles o intangibles.
Los activos tangibles son los que tienen carácter físico. Dentro de ellos podemos encontrar desde inventarios, cuentas por cobrar, dinero en efectivo, pagos por adelantado, pagos anticipados a terceros, edificios, etc.
Los activos intangibles son los que se forman por elementos no físicos. Por ejemplo, derechos de autor, derechos de patente o marca, marcas registradas, fondos de comercio, etc.
Habitualmente, las empresas mantendrán las cuentas contables separadas por cada activo. De esta manera se separan los activos tangibles e intangibles y puede reflejarse los movimientos que sufran cada uno de ellos.
De pasivos
Las cuentas de pasivos albergan las deudas con las obligaciones[…]Leer noticia completa en la fuente original