La crisis económica ha recrudecido el debate sobre las pensiones y los problemas de sostenimiento de nuestro actual sistema de Seguridad Social. Este año comenzó a aplicarse la nueva regulación de las pensiones. Se inicia el aumento gradual de la edad de jubilación así como de las bases para su cálculo pero también la incertidumbre de los pensionistas a nuevas congelaciones o revalorizaciones por debajo de la inflación registrada.
En 2012 asistimos a una congelación de la revalorización de las pensiones. En 2013 los Presupuestos Generales del Estado sí retoman esa revalorización pero por debajo del IPC registrado en diciembre, lo que se traduce en una pérdida gradual del poder adquisitivo de los pensionistas.
Este año la revalorización será de un 1%, mientras que para las pensiones inferiores a 1.000 euros mensuales será de un 2%. Esta no corrección de la desviación de precios a los pensionistas coincide con la implantación de la nueva regulación de las pensiones en 2013.
¿Por qué se revalorizan las pensiones?
Revalorizar las pensiones permite adaptarlas a la inflación y evitar de esta manera la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas. En los últimos años sin embargo, la lógica de reducir el déficit público abre el debate sobre si nos podemos permitir o no subidas de pensiones acordes con el IPC registrado.
Desde 1998 las pensiones contributivas en España se deben revalorizar anualmente en función del correspondiente índice de precios al consumo previsto para dicho año. En los último años la teoría parece no coincidir con la práctica.
Si el IPC real se sitúo en diciembre de 2012 en 2,9%, las pensiones por tanto se tendrían que haber revalorizado en ese sentido. Por el contrario, lo han hecho en un 1%, es decir, un 1,9% menos. Dejando el Gobierno en suspenso la aplicación de la legislación relativa. Consecuencia: precios que aumentan y perdida gradual del poder adquisitivo de los jubilados.
¿Cómo aumentarán las pensiones?
Si los pronósticos oficiales y de diversos organismos internacionales de que la economía española comenzará a crecer a finales de año son certeras, cabe esperar que la lucha por reducir el déficit público se relaje y por ende comience de nuevo la aplicación de legislación sobre pensiones. Es decir, que se revaloricen conforme a la evolución del IPC que se registre a finales de año.
En 2012 se congelaron y este año se revalorizaron por debajo de la inflación. Dos años de no aplicación de la legislación relativa. Sin embargo, si muestran una evolución tímida y permiten esperar un 2014 de revalorización reales de pensiones y una lenta recuperación del poder adquisitivo de los pensionistas.
A la pregunta de cómo aumentarán las pensiones: en teoría, en función del IPC que se registre a finales de este año. En la práctica, incertidumbre aunque todo haga presagiar una revalorización que por lo menos se situé por encima de ese 1% actual. Seguir por la senda de no corregir la desviación de precios a los pensionista podría generar graves problemas.
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