El gran temor al estancamiento de la economía y las demoras en el proceso de recuperación de la crisis, han provocado que los mercados alteren su comportamiento, incurriendo en estrepitosas caídas y subas no sustentadas.
Asimismo esta situación ha desatado una guerra en el mercado de divisas, donde los países con mayor impulso están sacando una amplia ventaja.
Toda esta situación, ha dado lugar a una voraz especulación, que empujó a la debilidad del dólar y a un rally en el precio del oro, nunca visto.
Tras mucha expectativa, el Fondo Monetario Internacional ha publicado un informe, que no resulta muy alentador. La máxima entidad monetaria, ha recortado sus previsiones de crecimiento de la economía mundial, tanto para este año como para el próximo.
Las previsiones actuales sitúan los niveles de crecimiento mundiales entre un 3% y un 4%, frente a las previsiones anteriores que auguraban un crecimiento de 4,8% y 4,2%.
Los europeos debemos entender que dentro de estas estimaciones se incluyen tanto, las economías avanzadas como los países emergentes. Para mal nuestro, el crecimiento de las economías maduras será de apenas un 1% o 2%, mientras que el mayor auge se registrará en los países emergentes con niveles de entre el 6% y el 8%, o incluso más. Esta situación continuará agrandando la brecha entre el crecimiento de las economías avanzadas y las emergentes.
Algunos países emergentes han tomado ya, medidas de desaceleración controladas, de modo de evitar el recalentamiento de sus economías. Sin embargo, estas medidas no frenarán el avance de los emergentes.
La principal preocupación de los países con economías maduras, es el elevado nivel de desempleo que se registra. Si bien se sostiene que el crecimiento de la economía será lento, pero es seguro, los especialistas no se muestran tan positivos en la evolución del desempleo. Se estima que las tasas de paro continuarán siendo elevadas tanto el año próximo como en 2012.
En lo que respecta a nuestro país, se desprende del Informe ‘Situación España’ de BBVA Research, que a corto plazo la economía española continuará prácticamente estancada, con tasas de crecimiento insuficientes de cómo para generar empleo. Por otra parte, se mantienen las dudas respecto a la sostenibilidad de algunos de los factores que han estado detrás del mejor desempeño de la economía durante los últimos meses. Los principales riesgos se centran en ralentización en el proceso de reestructuración de algunas entidades financieras, así como la consolidación fiscal.
Si bien se ha avanzado, en pos del incentivo del mercado laboral, hasta que las reformas introducidas no se consoliden, no será posible hablar de su posible impacto sobre la tasa de paro en nuestro país. La entidad se ha mostrado dura respecto de las estadísticas de desempleo. Las previsiones sitúan en el 20,1% de la población activa el nivel de paro este año, frente a la previsión del Gobierno del 19,8%. Para 2011, la situación no mejora, sino que la entidad financiera defiende que el paro no se reducirá, como espera el Ejecutivo (19,3%), sino que alcanzará el 20,6%.