Ha sido la propia entidad la que ha determinado que debía abrirse una investigación, con el objetivo de descubrir si su personal había comercializado con productos financieros a sabiendas de que los clientes no disponían de toda la información necesaria para poder valorar los riesgos de esas contrataciones.
Es por este motivo que la compañía bancaria de origen alemán, ha tomado la firme decisión de abrir una investigación interna, con la finalidad de encontrar si verdaderamente alguno de sus empleados comercializó con productos complejos con usuarios que no disponían de los conocimientos necesarios para evaluar el tipo de riesgo económico al que iba a enfrentarse.
La comercialización con productos complejos pasa factura a la entidad alemana
Esta investigación ha puesto el foco principalmente entre los clientes pertenecientes a España y Portugal, ya que fueron ellos los primeros en afirmar que se les habían vendido productos financieros complejos como swaps, sin ofrecerles la información necesaria para ello.
Portavoces del Deutsche Bank afirman que el proceso de investigación en relación con la interacción que han tenido con un determinado número de clientes, ya ha comenzado, y añaden que no les es posible comentar detalles hasta que se hayan completado todos los aspectos de la investigación.
Una vez finalice la investigación, si resulta que efectivamente, se realizaron contrataciones indebidas sobre productos financieros complejos, la entidad bancaria alemana tendría que hacerse cargo del pago de una importante multa. Esto se debe a que el banco habría infligido las normas europeas relacionadas con la transparencia y la protección a sus clientes.
Además, habría desobedecido también la normativa de la MiFID, que exige a las entidades comercializadoras que organicen y separen a sus clientes en base a su nivel de sofisticación financiera. Es decir, las entidades se encuentran obligadas a separar a sus clientes por la cantidad de dinero que manejan, así como por los conocimientos financieros de los que disponen.
Dicha investigación interna realizada por la entidad alemana, se ha denominado como Project Teal, y tiene su origen en las repetidas quejas por parte de un buen número de clientes durante el pasado año.
Por lo tanto, es muy posible que no se trate de casos aislados como la entidad cree, sino más bien de un acto de mala conducta por parte de los trabajadores de esa entidad, que se lleva repitiendo durante años.
No se trata de un tema reciente, ya que la comercialización de productos complejos ha resultado ser un tema polémico para los supervisores de los mercados financieros desde la gran crisis económica que tuvo lugar hace ya 12 años.
En nuestro país también se han dado casos similares. Por ejemplo, en el pasado año 2019 la Comisión Nacional del Mercado de Valores prohibió de manera indefinida, la comercialización, venta o distribución entre minoristas de productos financieros complejos como es el caso de las opciones binarias. De hecho, se realizaron incluso diversas restricciones para llevar a cabo la contratación de los contratos financieros por diferencia.
Y es que a causa de la crisis económica generada por la pandemia, son cada vez más los usuarios que se animan a contratar los CFD en busca de alternativas con las que poder deshacerse de costes extra por operar con acciones españolas, a causa de la nueva entrada en vigor de la Tasa Tobin.