En 2025 se está terminando de perfilar una de las reformas más interesantes del sistema de pensiones españolas: la jubilación reversible. O lo que es lo mismo, la posibilidad de que, tras jubilarte definitivamente, puedas volver a trabajar y seguir recibiendo la pensión íntegra. Todo esto además con incentivos extra, una novedad que marca una diferencia real con lo que había hasta ahora.
Básicamente, si te jubilas y decides que aún puedes aportar tu experiencia en tu empresa, por cuenta propia, o donde sea, podrás reincorporarte pasado medio año sin perder nada. Al contrario, tendrás bonificaciones: un 10 % extra si trabajas entre el 40 y el 60 % de jornada, y hasta un 20 % más si te plantas entre el 60 y el 80 %. Y esa es solo la parte que mejora directamente tu pensión: por supuesto, seguirás cobrando también el sueldo por ese trabajo.
Cuáles son los cambios clave respecto a la fórmula anterior
Hoy en día existe algo parecido: la jubilación activa (más antigua) o la flexible (buscada por muchos), pero ambas limitaban tu ingreso: solo cobrabas parte de la pensión y perdías derechos. Con este nuevo sistema, todo cambia. Vuelves al trabajo Y sigues cobrando el 100 % de tu pensión, con un extra por compatibilizar. Tampoco tendrás que encajarte en tramitaciones interminables: el objetivo es acelerar y simplificar el proceso, eliminar las trabas y burocracia que tanto desaniman.
Solo hay dos condiciones claras: que hayas pasado al menos seis meses desde el primer cobro de tu pensión y que aceptes una jornada reducida, mínimo del 40 % hasta el 80 %. Punto. El resto: un trámite más sencillo, menos papeleo y más incentivo. Porque, si vas a incorporarte, que valga la pena.
Por qué deberías seguirlo y cómo te puede afectar
Esto no es una[…]Leer noticia completa en la fuente original














