Mariano Rajoy explicó la semana pasada cómo sí que tenía un plan fantástico para sacarnos de la crisis pero la realidad lo ha frustrado. No cuela. De acuerdo que el déficit público era mayor del anunciado por el anterior gobierno. Pero se lo tenía que imaginar, toda vez que las comunidades autónomas que gobierna el Partido Popular también estaban mintiendo o maquillando cifras. ¿Esperaban que el PSOE actuara con mayor honestidad que ellos mismos?
La realidad nos dice desde hace años que estamos quebrados. En concreto, la llamada de Obama, Merkel y Hu Jintao al entonces presidente Rodríguez Zapatero abrió los ojos de muchos. Incluso hay quien acusa al propio Rajoy de preparar la jugada previa a la llamada a tres bandas. Después de esa convulsión vinieron otras más, y Mariano Rajoy estaba allí. Como cuando en agosto del 2011 tuvo que pactar como jefe de la oposición un cambio express en la Constitución española para poder fijar el objetivo de estabilidad presupuestaria.
Es más, en el año 2010, Rajoy afeaba a Zapatero que rechazara su propuesta de recortar el déficit en 10.000 millones de euros en lugar de en 5.000 millones y denunciaba los recortes sociales, todo a la vez. La frase de Rajoy fue:»Europa le ha cantado las cuarenta, le ha hecho los deberes”. Sorprendente.
Dos años más tarde y una victoria electoral de por medio, Rajoy sube el IRPF y el IVA, que es el mayor atentado social que puede cometerse: detraer directamente renta del bolsillo de los ciudadanos.
Mariano Rajoy ha sido testigo del derrumbamiento económico español con las mejores vistas posibles. ¿Qué esperaba? Porque lo que da la sensación es que el gobierno popular, sabedor de que las cifras de déficit iban a ser mayores (el nacional y el de las comunidades autónomas), pero conocer la cuantía exacta, se convenció a sí mismo de que la troika tragaría con un aplazamiento del cumplimiento del déficit, se ablandaría y nos daría un “trato especial”. Pero resulta que no fue así. Es muy difícil para un europeo entender que una región delimite qué y cómo al Estado, le ponga condiciones y que el Estado, a cambio, le dé una palmadita en la espalda y le regale un puro habano. Es difícil.
Así que las autoridades europeas, cifras en mano, simplemente le dijeron a Mariano: “Arregla tu patio, en especial ese pozo sin fondo de las Cajas y el sangrado regional. Y punto”.
Ahora Mariano Rajoy, ha de convencernos de que no sabe qué son las cajas de ahorro y su funcionamiento y que no tiene ni idea de qué pasa con las autonomías. Supongo que habrá destitución fulminante o, al menos, severas sanciones, a los responsables de su partido que mintieron en la cuantía del déficit, empezando por Esperanza Aguirre, a quien en mayo del 2010 se le calentaba la boca y afirmaba que Merkel y Obama le habían enseñado a Zapatero las lecciones de economía que no aprendió de Jordi Sevilla. No se quién enseñó a Esperanza a calcular las cifras de déficit de la Comunidad de Madrid.
La realidad, finalmente, pone a cada cual en su lugar.
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