Una hipoteca es como un matrimonio con el banco y como en cualquier pareja, aquí también pueden surgir discrepancias, acabarse el amor o, simplemente, ver otra persona que nos atrae más. Cuando esto ocurre se puede romper la hipoteca -eso sí, habrá que saldar antes la deuda- o cambiar de pareja. En el mercado financiero esto es lo que se conoce como una subrogación hipotecaria.
Al subrogar la hipoteca lo que estamos haciendo es trasladar el capital pendiente a otro banco, generalmente para contar con mejores condiciones y un diferencial menor.
Qué se puede cambiar al subrogar
Las ventajas de subrogar la hipoteca pasan por evitar los costes de cancelación y los de la formalización de un nuevo préstamo con la nueva entidad. La mayoría de hipotecas incluyen una comisión por subrogación precisamente para disuadir al usuario del cambio, pero también para proteger sus balances de los intereses que dejarán de percibir por esta ‘huida’.
A cambio de estos costes más bajos, la subrogación limita las variaciones que se pueden hacer en la hipoteca. Y es que si optamos por esta fórmula solo podremos cambiar el tipo de interés y el plazo de amortización. En cualquier caso, éstos son los elementos más importantes del préstamo a la hora de establecer el coste total y también el mensual.
Lo más habitual suele ser cambiar el tipo de interés para pagar menos, aunque algunas personas también aprovechan para ampliar el tiempo de amortización y así aligerar aún más la cuota mensual del préstamo.
Hipotecambio DB |
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Hipoteca Bankinter |
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Hipoteca Naranja ING |
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Hipoteca Caja Sur |
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Hipoteca Openbank |
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Hipoteca Postal Bancorreos |
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Hipoteca Activaplus Activobank |
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Cómo valorar una oferta
EL ranking incluye los dos elementos medibles más importantes: el tipo de interés y los productos que tendrás que contratar para acceder a la oferta. El tipo de interés es fácil de comprar y contrastar entre una y otra hiptoeca, pero no ocurre lo mismo con los productos vinculados. Y es que aquí ya habría que ver qué condiciones concretas tiene cada producto frente a la media del mercado y a lo que tenemos ya en el banco de origen y también el uso real que vamos a hacer del mismo.
Y es que por muy bueno que sea el plan de pensiones que hay que contratar, de poco nos servirá si lo que queremos es invertir en fondos, por ejemplo.
La hipoteca en la renta
Si subrogas la hipoteca es muy posible que el préstamo tenga más de tres años, ya que la mayoría de los bancos incluye cláusulas de permanencia. Si es el caso, recuerda que la hipoteca se puede deducir al hacer la declaración de la renta siempre que se trate de una adquisición de vivienda anterior al 1 de enero de 2013.
En concreto, podrás ahorrar un 15% de las cantidades pagadas en concepto de hipoteca -incluidos los seguros- sobre una base máxima de 9.040 euros.