La crisis que se está desarrollando en Europa tiene algunos responsables bien visibles y otros no tanto. Entre los poderes que se esconden en als sombras son los especuladores, que están atacando sistemáticamente a las economías más débiles de la eurozona en particular y a la divisa europea en general, a través de apuestas con las que pueden ganar -y de hecho, con Grecia lo han hecho- mucho dinero.
La reacción de los líderes europeos, en una especie de contraataque, ha sido una regulación mucho más dura que la anterior a los Hedge Funds, los principales aunque no únicos fondos especulativos de inversión.
Los ministros de Economía de la Unión Europea (UE) han aprobaron un proyecto de ley que regula por primera vez en Europa la actividad de los fondos especulativos. Las protestas del gobierno británico, contrario a la regulación, no surtieron efecto. La razón del rechazo es más que evidente: más del 80 por ciento de estos fondos son gestionados desde la City londinense, pero tienen su residencia legal en varios paraísos fiscales.
La directiva obliga a los gestores de estos fondos -conocidos como hedge funds (o de alto riesgo) y los private equity (aquellos que invierten en empresas que no cotizan en bolsa)- a registrarse y dar a reguladores e inversores información sobre activos y exposición a riesgos financieros.
Pero no es la primera vez que el gobierno británico va en contra de las decisiones de la Unión Europea. Ya sucedió el domingo 9 de mayo, cuando se ganó la desconfianza de sus socios y duras críticas durante la reunión de la que salió el paquete financiero de 750.000 millones de euros para asegurar la deuda pública de la Eurozona.
En esa oportunidad, Londres se negó a participar en el fondo alegando que no es parte de la Eurozona. Suecia y Polonia, en cambio, que tampoco lo son, sí participan. Varias delegaciones de otros países aseguraron que la especulación que ataca al euro también se puede volver contra la libra esterlina, y entonces allí los británicos necesitarán ayuda, que pocos están dispuestos a dársela.
La Unión Europea calcula que estos fondos especulativos manejaron en 2009 unos 2 billones de euros y los acusa de haber incrementado la crisis financiera con sus actividades, cosa que no es la primera vez que ocurre…