El 1 de enero de 2013 marca el final de la deducción por compra de vivienda habitual en la declaración de la renta para quienes decidan adquirir casa. En apenas dos meses quienes estén pensando en comprar vivienda deberán decidir entre cerrar la operación para disfrutar de los beneficios fiscales o esperar a que los precios de la vivienda sigan cayendo, especialmente con la creación del Banco Malo. ¿Cuál es la mejor opción?
Si hay un protagonista absoluto de la crisis financiera que vive España ese es el ladrillo. Quizás por la mentalidad de propietario imperante en nuestra sociedad, lo cierto es que entre bancos, Gobierno y los propios ciudadanos fuimos capaces de crear una burbuja inmobiliaria sin precedentes que a día de hoy todavía está lejos de reventar.
Ante la necesidad de cuadrar las cuentas del Estado el Ejecutivo decidió suprimir la deducción por compra vivienda habitual en el IRPF a partir de 2013. Con esta medida quienes compren casa el próximo año no podrán desgravar en la declaración de la renta. Por fortuna, la disposición no tiene carácter retroactivo, de forma que quienes compraron su casa antes de esa fecha podrán seguir disfrutando de las ventajas fiscales, igual que quienes se decidan a convertirse en propietarios hasta el 31 de diciembre.
Y es en este punto cuando surge la pregunta de si conviene comprar o no casa antes de 2013. En realidad se trata de dilucidar si la caída en el precio de la vivienda será mayor que el ahorro vía IRPF o, dicho de otra forma, si la pérdida de los ingresos en la declaración de la renta superará a la pérdida de valor de la casa.
El ahorro en el IRPF
Empezaremos por la parte más sencilla de la ecuación, la referida a la desgravación por vivienda habitual. Quienes hayan comprado una casa para utilizarla como vivienda habitual podrán disfrutar de unas deducciones en el IRPF por el 15% de las cantidades aportadas durante el año sobre una cantidad máxima de 9.040 euros.
A efectos prácticos, esto quiere decir que en el mejor de los casos nos desgravaremos 1.356 euros al año en el IRPF por nuestra vivienda. Para hacer el cálculo del ahorro que supone contar o no contar con la deducción bastará con multiplicar por los citados 1.356 euros por el número de años de la hipoteca -suponiendo que siempre podamos deducir el máximo. Así, para una hipoteca tipo de 120.000 euros a 15 años, estaríamos hablando de 20.340 euros o un 16,95% del precio final.
… Continuar leyendo en Impuestos Renta