Lo dijo el domingo el presidente del Bundesbank (Buba), Jens Weidmann, y lo corrobó la canciller alemana, Angela Merkel: la compra de deuda soberana por parte del BCE puede ser «adictiva».
Por si había alguna duda, ahora ya está claro Alemania no apoya la intención del Banco Central Europeo de echar un capote a la deuda pública española o italiana con la intervención en el mercado de bonos. Merkel apoyó la presión que el banco central de Alemania está haciendo contra la política del BCE. «Creo que es bueno que Weidmann realice advertencias constantemente…y creo que es bueno que él, como presidente del Bundesbank alemán, tenga tanta influencia en el Banco Central Europeo», declaró Merkel en una entrevista a la cadena ARD.
La canciller también tuvo palabras de apoyo al primer ministro griego, Antonis Samaras, quien suplicó a los políticos alemanes que no emitan declaraciones demasiado duras contra Grecia para que el país recupere la confianza de los inversores.
«Pido a todo el mundo que mida con cuidado sus palabras», declaró Merkel, quien considera que Europa se encuentra en un «momento decisivo» desde el inicio de la crisis hace tres años.
En última instancia, Merkel consideró que «no existen indicaciones» de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) vaya a abandonar su papel dentro de la ‘troika’ responsable del plan de rescate a Grecia, como se ha especulado últimamente.
Los expertos temen que estas declaraciones no sienten bien en los mercados y esperan que la prima de riesgo española continúe hoy la escalada que el pasado viernes ya le llevó a recuperar la problemática zona de los 500 puntos básicos.