Una noticia que hasta hace unos años e incluso unos meses nos hubiera parecido una utopía. Pero ahora la realidad, o mejor dicho, la firma de inversión Morgan Stanley, dictamina lo contrario. Según la entidad norteamericana, la recuperación de la economía española es un hecho y recomienda a las casas de inversión extranjeras invertir en deuda española y comprar bonos a diez años, incluso por delante de otras como Alemania o Italia. Lo dicho, ¿era para creérselo hace unos meses?
Las perspectivas económicas parecen que van viento en popa. Quizás no a la velocidad que estipula el Gobierno, pero sí a un ritmo moderado y positivo. Morgan Stanley incide en esta mejoría, asegurando que la recuperación de España es ahora mismo una de las más sólidas de la zona euro. Especialmente gracias al aumento de las exportaciones y la competitividad que ha permitido que nuestro país tenga un superávit por cuenta corriente en los últimos meses.
Tanto es así que pone a los bonos españoles por delante de Alemania o Italia, ya que el rendimiento de los nacionales es mayor y se estima que la diferencia entre el interés que pagan ambos países vaya reduciéndose. Del hundimiento y la bancarrota parece, según los expertos, que hemos tocado fondo y España empieza a asomar un poco la cabeza. Ahora ya nos ven como un país atractivo para los inversores extranjeros.
Prima de riesgo
Tampoco es cuestión de lanzar las campanas al vuelo, ni mucho menos, y pensar que estamos saliendo de la crisis. Nada más lejos de la realidad. Pero siempre es esperanzador que las firmas de inversión extranjeras nos pongan por delante de otros países, especialmente de Italia, a quien curiosamente alcanzamos hace unos días en prima de riesgo después de año y medio por detrás. Un claro indicativo de que la crisis política mantiene paralizado al país transalpino, a diferencia de España.
En solo un año la prima de riesgo española se ha reducido en 380 puntos, una rebaja que según el Gobierno español supone este año un ahorro en intereses en la deuda pública para el Estado de unos cinco mil millones de euros, el 0,5% del PIB, respecto a la cantidad inicialmente presupuestada.
Fuera de intereses políticos y de siglas de partidos, esperemos que lo que augura hoy Morgan Stanley sea por el bien de España. No lo llevemos a la contienda partidista.