2013 será un año fiscalmente difícil para las empresas en el Impuesto de Sociedades como en IRPF, sobre todo para las rentas medias. Pendientes de que España pida el rescate a Europa o no antes de fin de año, ya podemos ir perfilando nuestra estrategia fiscal a tenor de las líneas que nos ha desvelado Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, Presupuestos y Administraciones Públicas en los Presupuestos Generales del Estado.
Puede parecernos, a bote pronto, que la insaciable política recaudatoria ha tocado techo, pero no es así, y menos en una economía que dentro de poco estará tutelada por Bruselas. Si Rajoy no consigue dilatar el rescate de la economía española hasta pasado el 31 de diciembre, podemos estar seguros que 2014 será un año todavía más duro, en cuanto a factura fiscal, que 2013.
Mientras y ajenos a las cábalas tributarias que las rentas altas elaboran en torno a las ventajas de acudir o no a la “amnistía fiscal”, vayamos tomando nota de lo que se avecina, ya que parece poco probable que en el trámite parlamentario se modifiquen las líneas maestras del Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2013. Como se daba por hecho, los asesores fiscales tendrán que lidiar con nuevas subidas impositivas que se suman a las puestas en vigor durante los meses precedentes. En una primera lectura rápida, los expertos destacan las siguientes novedades que serán las que tendrán que convencer a la Troika para no exigir nuevas vueltas de tuerca a cambio de un rescate que los técnicos de Hacienda desean diferir más allá de las elecciones autonómicas, hasta el 31 de diciembre:
Plusvalías: En el IRPF se da marcha atrás en el tratamiento de la plusvalías y se vuelve al viejo esquema de gravar las obtenidas a corto plazo (hasta un año y un día) en la Base general y tipo marginal. Para las obtenidas a plazo superior continúan tributando en la Base del ahorro entre el 21% y el 27%. La nueva fiscalidad de los rendimientos de capital afectará en especial a las operaciones bursátiles y en menor medida a las inmobiliarias. Quedan, no obstante, muchas de dudas sobre cómo se procederá a la compensación de pérdidas y ganancias, en la que antes de la reforma de 2007 se permitía compensar, por ejemplo, pérdidas patrimoniales con ingresos del trabajo y rentas de actividades económicas, aunque los expertos de Piqué Paredes Abogados ven difícil que se recuperen estas ventajas que permitía la ley antes de 2007.
Deducción por vivienda: La fiscalidad de la vivienda vuelve a ser moneda de cambio y motivo de tribulaciones fiscales para el contribuyente de a pie. En el mismo IRPF, a partir del próximo primero de enero, se elimina por segunda vez en dos años la deducción por compra de vivienda. Se supone se mantiene para los que la adquirieron antes de esa fecha. Un apunte: Es muy posible esta vez la supresión de esta deducción, las más popular y apreciada por los contribuyentes españoles, sea definitiva. Al menos para las rentas superiores a 24.000 euros anuales.
Patrimonio: El Impuesto sobre el Patrimonio sigue siendo un «tributo extraordinario» que tiene visos de quedarse en los ejercicios venideros. Los PGE de 2013 los prorrogan un año más. “Ya veremos si al final no se queda definitivamente”, advierte el presidente de Iberinver, José Antonio Echagüe. Teniendo en cuenta que el tributo es competencia de cada comunidad autónoma, que puede establecer o no bonificaciones, y el estado lamentable de sus arcas públicas, los asesores fiscales no son muy optimistas en que se mantengan las exenciones en las comunidades del PP que hicieron de la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio una bandera electoral. Eso sí, sigue pendiente dar una vuelta de tuerca a la fiscalidad de las SICAVs.
Sociedades, deja de ser tabú: En el Impuesto sobre Sociedades se recorta aún más la libertad de amortización, y se limita la deducción por amortización según tablas. De momento, parece que de esta nueva medida se libran las pymes. Atención a esta medida que afecta no solo al IS sino a la rentabilidad financiero-fiscal de las inversiones en activos productivos. Además, señalan en Iberinver, parece que tenemos en ciernes una nueva “Regularización de Balances” por la que las empresas podrán actualizar con efectos fiscales (incluidas amortizaciones) los valores en balance de sus activos con un gravamen del 5%. En 1996 se hizo algo parecido y fue la última regularización. Puede ser importante.
Loterías, se acaba un mito: El ministro Montoro ha puesto fin a una de las más ancestrales tradiciones fiscales españolas, como es la exención fiscal de los premios de lotería. A partir de 2013 tendrán un gravamen o tasa (con retención en el momento del pago) de un 20% para premios superiores a 2.500 euros. De momento, persisten las dudas sobre si este impuesto afecta a todas las lotería bonolotos, quinielas deportivas etc. ¿Afectará a no residentes? “Hay que tener en cuenta que la lotería española se compra mucho en el exterior especialmente en América. Tempus fugit…sic transit gloria mundi que decían los clásicos”, explica Echagüe.
Eso sin contar otras novedades en impuestos que deberán contribuir a equilibrar las cuentas de comunidades y ayuntamientos en materia de liquidación de IVA; IBI, carburantes… La cuesta fiscal de 2013 para las rentas medias será dura y empinada, pero no será la última. Y eso contando que el Gobierno de Mariano Rajoy pueda resistir a las presiones de Bruselas para que España pida un rescate hasta el 31 de diciembre. Este año la ley de acompañamiento de los presupuestos, conocida también como la «ley escoba», tendrá más intriga que ningún otro. Los asesores fiscales no se fían y advierten que el final de año será movido en cuestión de operaciones societarias e inmobiliarias.