Lo primero que quiero decirte es que no hace falta que seas un experto para entender la diferencia. A día de hoy, muchos españoles estamos dando el paso de ahorradores pasivos a inversores activos, porque quedarse quieto ya no es una opción fiable frente a la inflación, y esa transformación está moviéndose con fuerza este 2025. La gente invierte más en fondos, y pocos se conforman solo con cuentas y depósitos que no dan ni para cubrir el coste de vivir. Hay un cambio de mentalidad y tú puedes ser parte de él.
Desde ese punto de vista, los planes de pensiones y los fondos de inversión parecen hermanos, pero no lo son del todo. Ambos son herramientas para ahorrar e invertir, pero cada uno tiene su razón de ser. Los planes de pensiones nacieron para complementar la jubilación y han estado ligados a ventajas fiscales y a una vocación a largo plazo. Mientras que los fondos de inversión son más flexibles, disponibles desde ya y con una gama muy amplia de opciones: desde mercados globales hasta sectores específicos o fondos mixtos.
Planes de pensiones: ahorro con propósito… pero con trabas
Aquí la idea era buena: te limitas, ahorras cada año, desgravas lo aportado, aunque con límites, y cuando llegue la jubilación, ahí tendrás un colchón. Desde 2025 además mejoró la liquidez: puedes rescatar lo que aportaste hace 10 años o más, incluso antes de jubilarte oficialmente. Pero ojo, eso va por tramos y por fechas, así que no es tan automático. Y sí, tributas como renta del trabajo, no como ahorro, lo cual ya no es tan atractivo como antes.
Además, comparado con los fondos de inversión, los planes suelen tener comisiones más altas y menos variedad. Eso significa que lo que ganas, al final,[…]Leer noticia completa en la fuente original
















