¿Puede el banco obligarme a quedarme con su hipoteca? Esta es la pregunta que se hacía extrañado uno de nuestros usuarios al ver paralizado el proceso de subrogación de su hipoteca. Tal y como se describe arriba había, pedido un cambio de banco o una subrogación de acreedor tras diferentes encontronazos con su entidad a cuenta del seguro de vida vinculado a la hipoteca y de las comisiones de su cuenta corriente. Después de recorrer algunos bancos consiguió una oferta de subrogación que mejoraba las condiciones de su préstamo y le ofrecía un tipo de interés más bajo.
Dispuesto a pagar la comisión por subrogación con tal de abandonar su entidad ‘de toda la vida’ autorizó al nuevo banco a iniciar el proceso de subrogación, que diligentemente le informó que en un plazo de 15 días debería estar todo resulto. Su sorpresa llegó cuando al cabo de una semana le llamó el director de la oficina del nuevo banco para informarle que la subrogación se había parado porque su entidad de toda la vida había decidido enervar la hipoteca. Preocupado pero sobre todo enfadado se fue a hablar con su el director de su entidad para ver qué había pasado. Fue entonces cuando se enteró que el banco puede retener una hipoteca en contra de la voluntad del cliente gracias al derecho a enervar.