CUENTAS BANCARIAS OLVIDADAS

Qué pasa con el dinero de las cuentas olvidadas

No son pocas las cuentas que los usuarios dejan de utilizar, generalmente porque se olvidan de su existencia, y que además contienen dinero. Pasado un periodo de tiempo, estas cuentas acaban en manos del Estado, que durante el año pasado logró recaudar más de 12 millones y medio de euros gracias a ellas.

Gracias a los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda, cabe destacar que es una suma de dinero que va en aumento cada año, ya que dos años atrás, en 2018, se recaudaron un total de 11,13 millones.

CUENTAS BANCARIAS OLVIDADAS

Y es que el olvido o abandono de las cuentas bancarias, es un error bastante extendido entre los usuarios, y al que es muy importante poner remedio cuanto antes para evitar deudas de miles de euros. Al contrario de lo que muchos piensan, dejar la cuenta a 0 no es igual que cerrar la cuenta, ya que el banco puede seguir cobrando comisiones que al cabo del tiempo se transforman en deudas, y estas a su vez van aumentando hasta que ya es demasiado tarde.

Cómo proceder para evitar perder dinero en cuentas olvidadas

Por lo tanto, lo que se debe hacer si se va a dejar de usar la cuenta, es acudir a la oficina de la entidad bancaria, solicitar el cierre de la misma, y obtener una copia de los papeles que demuestran el cierre de dicha cuenta.

También puede suceder que la cuenta olvidada disponga de una determinada cantidad de dinero, que el banco irá restando mediante el cobro de las comisiones pertinentes, y una vez que se agote el saldo, comenzará a acumularse la deuda.

En todo momento, la entidad bancaria se encuentra en la obligación de informarnos de todos los movimientos que se realizan en la cuenta, y esto suele hacerlo por medio de cartas. Aunque, si hemos cambiado de domicilio, y al olvidar la existencia de la cuenta no hemos notificado ese cambio, jamás nos llegarán a nuestra vivienda actual, y por ello no seremos conscientes de la deuda que se está acumulando hasta que ya sea tarde.

Por otra parte, si pasados 20 años la cuenta no es reclamada, y todavía sigue quedando dinero en ella, dicha cuenta pasa a ser propiedad del Estado según la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas. Y esta misma normativa se puede aplicar también a otros productos financieros, como los depósitos en entidades de crédito, o las agencias de valores, entre otros, siempre y cuando se encuentren en un estado de inactividad prolongado.

Antes de que la cuenta pase a manos del Tesoro Público, la entidad bancaria notificará al propietario de la misma sobre la existencia de la cuenta y del dinero que en ella se encuentra, mediante correo certificado o medio análogo. No se trata de una obligación que tenga la entidad en el caso de que el coste de notificarlo sea superior al saldo existente en la cuenta.

Tanto si la cuenta acaba en manos del propietario, sus herederos o del Estado, la entidad deberá facilitar un certificado de ingreso de saldo. El dinero que se recoge por este medio, se destina desde el año 2015 a programas de formación para personas con algún tipo de discapacidad.

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