La administración de empresas y de sus recursos humanos es un tema facinante. En esta ciencia, hay que tener mucho en cuenta temas que tienen que ver con la sociología, psicología, economía y hasta con la salud.
El sueño de todo empresario (sea grande, pequeño o emprendedor) es tener una empresa eficiente y dinámica, donde los empleados sean todo lo bueno que puedan y que se encuentren comprometidos con «la causa», esta es, el crecimiento y éxito de la empresa.
Si, ya se lo que me dirá, que se trata de una utopía. Pero podemos aproximarnos todo lo que podamos a esta situación. El éxito de una compañia depende, en gran medida, de tener buenos empleados. Y allí yo creo que radica la principal preocupación de los empresarios, sobre todo los que tienen menores recursos: conseguir buenos empleados.
Muchas empresas dirían que un buen empelado es aquel que puede lograr resultados excelentes, en menor tiempo o al menos en el tiempo esperado. El problema radica en que las organizaciones a veces no dan las condiciones para ello.
Diversos estudios psicológicos nos dicen que en algunas organizaciones, situaciones tan esenciales como estar gran parte del día en juntas, hacen que la gente pierda el objetivo o la meta de sus funciones y, por tanto, la productividad disminuya.
Según podemos leer en un artículo de CNN Expansion, la primera regla de un jefe es priorizar e indicar a sus colaboradores lo importante a sacar. Además, debe preparar al empleado para que redoble esfuerzos cuando sea necesario.
Esto se puede aplicar también al día a día del mercado laboral hoy. En esta época, donde muchas veces salir a horario está mal visto por los jefes, es prioritario tener en cuenta que más tiempo en el trabajo no significa un aumento de la productividad del empleado, sino todo lo contrario. Si un día la persona puede salir a su hora normal, debe permitir que lo haga sin reprobar esa actitud. Así cuando la gente deba quedarse por alguna emergencia lo hará sin problema. Productividad no significa estar horas muertas en la empresa para quedar bien, sino que implica sacar el máximo provecho del tiempo que se está trabajando. Esto generalmente no ocurre fuera de horario laboral.
El mundo está lleno de distracciones para los empleados. En una encuesta realizada por Microsoft entre sus numerosos empleados, estos deben sortear variadas distracciones, como Internet, correo electrónico, redes sociales e incluso los teléfonos celulares.
Para aumentar la productividad en una empresa, se requiere entre otras cosas un jefe que sepa priorizar el trabajo; las juntas o reuniones improductivas y las distracciones suelen reducir la eficiencia de los empleados. Alguien que realice una adecuada distribucion de las tareas es algo imprescindible para comenzar a aumentar la productividad de los empleados.