El miedo a invertir es el primero que se nos aparece cuando tenemos un sobrante de dinero, tras haber ahorrado varios meses, y decidimos que “algo tenemos que hacer” con él. Entonces, después de haber pensado mucho, de saldar deudas y evaluar la situación financiera, tomamos, elegimos mejor dicho, el camino de la inversión en el mercado de renta tanto fija como variable.
Ahora, llega el momento clave, el de pensar y evaluar cuáles son las alternativas que se adaptan mejor a la inexperiencia y capacidad de riesgo; o bien, al perfil de inversor que podamos tener.
Desde ya es sabido que todas y cada una de las inversiones tienen un nivel mínimo de riesgo. Sí, así como se oye, no hay inversión que no posea riesgo porque sin riesgo no hay interés. Como mínimo que sea, por ejemplo, tendremos el costo de oportunidad (aquello que se sacrifica o se deja de hacer a consecuencia de la decisión tomada), y el riesgo será lo primero a evaluar antes de incursionarse en el mercado.
Lo idea para la toma de decisiones es hacerle caso, pero firmemente, a un asesor o broker. Éste evaluará su preferencia por el riesgo y pondrá en la balanza tanto la volatilidad como el capital a invertir y el plazo para determinar qué producto es ideal para el inexperto inversor.En este proceso de convertirte en un inversionista.
En un comienzo, lo ideal es no desesperar y establecer realmente en qué período de tiempo vamos a estar dispuestos a obtener rentabilidades. Claro está, a mayor plazo, mejores son los rendimientos, y por eso debemos elegir entre obtener ganancias en corto, mediano o largo plazo.
El plazo se determinará en conjunto a sabiendas del perfil de inversor, por ejemplo, una persona que encaje en el del conservador, la mejor oferta son los fondos de inversión de corto plazo de deuda gubernamental, con riesgo bajo casi nulo.
Asimismo, es importante conocer algunas preguntas que le servirán para determinar el tipo de inversionista que se es:
- ¿Cuántos años tienes?
- ¿Cuál es el objetivo de inversión?
- ¿En cuánto tiempo planeas alcanzar tu meta?
- ¿Cuál es tu expectativa de inversión?
- ¿Qué significa para ti la palabra riesgo?
- ¿Cómo reaccionas ante el riesgo?
- ¿Qué porcentaje de tu patrimonio destinarías en un fondo de inversión?
- ¿Cómo reaccionarías si tu inversión pierde valor?
Allí nos daremos cuenta si somos o no aventurados, lo cual dependerá fundamentalmente de la edad y del capital relativo que aportemos a la inversión. Es decir, si tenemos menos de 30 años y no hemos formado una familia que mantener, y a su vez, invertimos solo el 15% de nuestro capital, seguro arriesgaremos el todo por el todo. En cambio, superando los 50 años, con una familia a cuestas, ya seguro que no tendremos mucho capital para invertir y menos viendo probabilidades altas de perder una gran porción en el camino de la inversión.
Pero, no somos expertos en la materia, tal como empezamos a contar, entonces lo ideal sería empezar con inversiones menos peligrosas y poco a poco mientras uno va aprendiendo los ritmos de inversión, lanzarse en la búsqueda de mayores ganancias.
El consejo desde DineroExperto, es dar comienzo a su vida de inversionista mediante títulos de deuda y otros de renta fija como cédulas hipotecarias o letras del tesoro. Para después, saltar a lo que son acciones y fondos de renta variable. A su vez, no comience con un monto elevado, aunque disponga de mucho dinero para invertir, pruebe con 5,000 ó 10,000 euros mientras adquiere experiencia y sus ganancias van en aumento.
Por último, no deje de consultar todas sus dudas a su asesor financiero, o bien hágalo aquí que podremos ayudarlo dado que estamos en la materia hace tiempo.
Hola a todos.
Que os parece la idea de invertir la cuota de una hipoteca en renta variable, durante 2o años.
¿Sería un buen sistema de ahorro? ¿ que tal la rentabilidad ?
Saludos
Entiendo que te refieres a destinar el dinero que pagarías de hipoteca a renta variable todos lo meses. La idea en sí es buena y de hecho la inversión constante es la solución que proponen muchos gurús de las finanzas personales como solución para los ahorradores menos versados en la materia. Como todo, la rentabilidad aquí dependerá de la cartera de activos que creemos, porque al final destinar el dinero a ahorrar es fácil, lo difícil es rentabilizarlo.