Claves para elegir un préstamo hipotecario

Una de las tareas más comprometidas a la hora de elegir un producto de financiación es decantarnos por el mejor préstamo hipotecario para la financiación de nuestra vivienda, un producto complicado y con muchas letra pequeña que debemos entender bien para evitar sorpresas.

Un préstamo hipotecario es un producto que no obliga a mantener un largo contrato con nuestra entidad bancaria, por lo que si no elegimos bien podemos tener una relación bastante complicada durante años.

 

¿Cuáles son las claves para acertar con nuestro préstamo hipotecario?

 

  1. A la hora de solicitar una cantidad para nuestro préstamo hipotecario debemos hacer un repaso por nuestra capacidad para asumir una cuota durante todos los meses, comparándolo con nuestros ingresos y nuestra situación laboral, a mayor estabilidad, más seguridad.

 

  1. Intentar contratar nuestro crédito por el plazo de tiempo lo más corto posible para contar con una cuota fácilmente asumible, de esta manera no nos encontraremos que con un cambio en nuestros ingresos no podamos hacer frente a la hipoteca.

 

  1. Opta por un bien inmobiliario de menor coste con el que podrás vender o alquilar para liquidar una próxima compra.

 

  1. A la hora de decidirnos debemos analizar todas las características del préstamo hipotecario, no sólo el tipo de interés o el diferencial.

 

  1. Para tomar una decisión más acertada utiliza un comparador de créditos bancarios para elegir la mejor opción según tus características y haz un pequeño sondeo con tus familiares y amigos, para que te ofrezcan sus propias experiencias con sus entidades y los créditos hipotecarios que hayan solicitado en algún momento.

No sólo quedarnos con la primera opción

 

La elección de un crédito hipotecario es una decisión delicada. Para hacer una primera criba, utiliza un comparador de hipotecas para eliminar las ofertas del mercado que no encajen con tu perfil. Las elegidas deben de ser examinadas una por una, comparándolas con nuestras necesidades y capacidad de pago. En este último punto, asegúrate de contar con una renta compatible con la cuota que pagarás y que ésta no supera el 25 por ciento de tus ingresos, para poder hacer frente con total tranquilidad.

 

Asegúrate de conocer la letra pequeña de las hipotecas seleccionadas: los costes que conlleve solicitar el crédito, las comisiones y los gastos por formalizar la hipoteca.

 

Averigua también de las opciones con las que cuentas si debido a una situación personal inestable, no puedas asumir los costes del crédito. Actualmente, la mayoría de las hipotecas son negociables, permiten un periodo de carencia y el aplazamiento de las cuotas hasta que nuestra situación financiera se haya recuperado.

 

Recuerda, no firmes ningún tipo de documento que te entregue la entidad sin haber sido correspondientemente estudiando. Si localizas algún aspecto del contrato en el que tengas algún tipo de dudas: pregunta y acláralo con la entidad o con un profesional cualificado.

 

 

Eva Llorca,

iAhorro.com, comparador de productos financieros

 

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