Muchos españoles no están para nada contentos con la actualidad que tiene la hipoteca en su entidad financiera actual. Sin embargo pueden optar por subrogar a otra que le ofrece mejores condiciones, aunque debemos tener en cuenta algunos aspectos.
La principal causa por la cual los clientes desean emigrar hacia otra entidad es principalmente el tipo de interés que pagan. Si bien el euribor está en mínimos históricos, muchos bancos y cajas de ahorro aplican la llamada cláusula de interés mínimo, o tipo suelo.
Esto es una especie de “protección” que las entidades estipulan en los contratos para cubrirse ante la bajada del indice de referencia. Quiere decir que una hipoteca referenciada a Euribor + 0,50% tendría un tipo de interés del (1,225 + 0,50) 1,725, sin embargo, si la cláusula está estipulada en 2,50%, lamantablemente deberá pagar este último porcentual.
Esta es la razón por la que muchas escogen la subrogación, y quienes no pueden aprovechar caída del euríbor son las “presas” preferidas de la banca.
Sin embargo, el traspaso de la hipoteca a otro banco implica cumplir con una serie de pautas y trámites para formalizar el pase a otra entidad.
Ya deciamos que el tipo de interés es el punto escecial del cambio de entidad, el nuevo banco nos ofrece una oferta más barata, pero tengamos en claro analizar que esta nueva oportunidad no aplique el suelo hipotecario.
No todo es rosa en este pase, ya que existen costes de subrogación que, sin embargo, se verán compensados a medio plazo con el ahorro en el pago de intereses. Los costes estipulados son de notaría, registro y gestoría (muchos bancos suelen tentar asumiendo un importe de estos gastos). También debemos adicionar la tasación de la vivienda y la comisión por subrogación.
Otro de los aspectos a analizar de parte del cliente es que muchas entidades ofrecen hipotecas a clientes de otras entidades con tipos más bajos, pero traen consigo la obligatoriedad de contratar otros productos financieros.