A la espera de conocer el veredicto del Banco de España sobre las necesidad de capital de las entidades financieras una noticia se ha colado en los titulares de todos los medios de comunicación. Moody’s ha rebajado el rating de España de AA2 a AA1 y lo que es peor, mantiene a nuestra economía en perspectiva negativa (ver informe). Los motivos de la agencia de rating son que la reestructuración bancaria será más importante de lo previsto y sus dudas acerca de la capacidad del Gobierno para cumplir con sus objetivos de ahorro y controlar las administraciones locales.
El efecto de la rebaja en la prima de riesgo del bono español ha sido inmediato. Dejando de lado comentarios como los de Televisión Española diciendo que «hemos pasado de sobresaliente alto a sobresaliente» (vía @Jesús Encinar), cabe preguntarse si la rebaja es o será tan catastrófica o si debemos alarmarnos como en anteriores ocasiones.
Lo cierto es que la primera rebaja de nuestro rating cogió a muchos por sorpresa y parecía incluso que se había acabado el mundo. Por fortuna ahora sabemos cuáles pueden ser los efectos de la misma y no dejarnos llevar por el pánico como en anteriores ocasiones. Aunque ya hemos explicado cómo afectan las rebajas de rating, nunca está de más recordarlo: el primer impacto será en la capacidad de financiación del Estado. En principio las emisiones de bonos y deuda serán más caras (habrá que pagar un interés mayor) porque se supone que somos un pagador peor o por lo menos con más riesgos que hace apenas 12 horas. Esto supondrá más presión sobre el Estado. Adicionalmente, las compañías e industrias más vinculadas al riesgo país sufrirán también al subir el riesgo teórico de invertir en ellas.
En cualquier, caso parece que el efecto de las bajadas de rating está mucho más controlado (las experiencias pasadas no han caído en saco roto), aunque sí es cierto que supone un toque de atención. Anteriormente Fitch también cambiaba de estable a negativa la perspectiva del rating AA+ de España y sólo Standard & Poor’s mantuvo su calificación para nuestra economía. Así, que según parece más vale agarrarse porque vienen curvas en los próximos meses