Es evidente que de un tiempo a esta parte el Gobierno ha decidido implicar a las entidades financieras en la recuperación definitiva de la crisis y lo quiere hacer a base de recrudecer las exigencias que éstas necesitan cumplir para poder operar con libertad en el mercado hipotecario.
Si ya son palpables y reconocibles las intenciones de Rubalcaba, candidato del PSOE a las próximas elecciones generales del 20 de noviembre, de implementar un impuesto a la banca con el que poder financiar proyectos de integración laboral y restitución de derechos a las familias hipotecadas, ahora hemos conocido las nuevas intenciones del Gobierno con respecto a las nuevas hipotecas.