Los mercados han dado su veredicto sobre las decisiones del Gobierno español en el caso Bankia: no les convence. Las acciones de la entidad, que ha vuelto a cotizar hoy en el mercado, se desploman a primera hora de la mañana más de un 26%. Y la prima de riesgo española ha superado los 509 puntos básicos.
Esta pesimista reacción sólo significa una cosa. Nadie se cree a estas alturas los datos que se están ofreciendo sobre Bankia, al tiempo que el coste de una inyección de 23.000 millones por parte del Estado dejaría las cuentas públicas españolas en una situación mucho más delicada de la que se encuentran actualmente.