Como todos ya saben Obama ha sido elegido para un segundo mandato en EE UU de otros cuatro años. Políticamente la situación no es nada cómoda pues su partido, el Demócrata, tan solo controla una cámara, el Senado, estando el control de la cámara de los Representantes en poder del partido Republicano. La caída del día después de las elecciones de la Bolsa americana se basa en esta duda, la división y el enfrentamiento puede ser un serio hándicap, aquella economía se enfrenta a un panorama donde deberán tomarse medidas y estas no pueden enredarse en arduos procesos de negociación.
Para la legislatura de la reelección,Obama debe centrar su esfuerzo en consolidar y reforzar los tímidos avances de la economía americana. Los datos que nos aparecen de las diferentes variables americanas son mejores que los que tenemos en Europa, pero no muestran, hoy por hoy, un crecimiento sólido, es más las empresas siguen teniendo enorme dudas. Buena prueba de ello es la tasa de desempleo, cifrada en el 9,7% de la población activa. De forma inminente, el presidente deberá sentarse a conversar con los republicanos sobre el déficit fiscal el conocido como “abismo fiscal”. La visión republicana es que no puede prolongarse la enorme diferencia entre ingresos y gastos, pero ciertamente y como reconoce el FMI, ésta ha sido una de las claves para impulsar la maltrecha economía y no llevar la tasa de paro por encima,claramente, del 10%. También sabemos que la otra pieza fundamental, la FED o banco central americano, se enfrenta a la renovación de su presidente Ben Bernanke, máximo defensor de conceder dinero a todos los bancos de aquél país y ayudar al mantenimiento de un volumen impresionante de Deuda Pública. El sucesor de Bernanke es otro hito no menos importante en estos cuatro años.
Pero Obama no puede solo centrarse en su país, él mejor que nadie sabe que el impacto de la debilidad económica mundial está lastrando la eficacia de éxito de las medidas implementadas por su administración. Por una parte la desaceleración de China y el resto de países emergentes es una constante de preocupación. Pero quizá es el área Europea la parte que más inquietud le puede presentar. Es conocido que las medidas que AngelaMerkel impone o trata de imponer en Europa no son del agrado del renovado equipo económico americano. En más de una ocasión Merkel ha visto como sus posturas eran criticadas desde la economía número uno a nivel mundial. Obama apuesta por medidas incentivadoras de la economía: mayor gasto público, aumento de la deuda, incremento de las ayudas del BCE, mayor flexibilidad con los países periféricos; es decir el catálogo contrario a la austeridad alemana el cual está ahogando en ortodoxia a los países europeos, véanse las cifras y previsiones de la Unión Europea publicadas, prácticamente, al unísono de los resultados americanos. En este sentido puede que como decía García Margallo, Ministro de Exteriores, ha ganado el nuestro.
Miguel A. Bernal Alonso es socio de previsionsocial.net