Si hace tan sólo unos días el FMI lanzaba unas previsiones verdaderamente malas para la economía de nuestro país en los próximos años, acompañadas estas previsiones por unas recetas ciertamente controvertidas, ahora es el Banco Central Europeo, el que adelanta unas previsiones no muy halagüeñas para los años 2014 y 2015, pero en este caso, previsiones para todo el ámbito europeo.
De entrada el BCE tumba las previsiones de la recuperación económica para 2013; según la encuesta realizada entre expertos, estos vienen a prever una contracción del producto interior bruto en Europa dos décimas peor de lo previsto en el mes de mayo, ascendiendo al 0,6%, mientras que, por otro lado, y en referencia al próximo año 2014, también tumban las cifras de desempleo, que en esta nueva previsión, aumentar en el entorno de la región por encima del 12%, concretamente hasta el 12,4%.
Estas previsiones no se quedan ahí. Con respecto al citado año 2014 las previsiones de crecimiento también quedan rebajadas aunque en este caso un poco menos, del 1% previsto hasta ahora, al 0,9% y no será hasta el año 2015 donde, según estas previsiones, se produzca un pico de crecimiento hasta el 1,5% un crecimiento que se esperaba para el mes de mayo y al 1,6%.
En resumen, esta encuesta viene a las previsiones de contracción y recesión a 0,6% este año, pero sigue manteniendo cierta esperanza sobre la expansión de 2014 aunque en este caso esperanza matizada.
Los dos datos fundamentales que han contribuido a esta bajada de las expectativas son, por un lado, la poca fortaleza mostrada por la demanda durante el primer semestre del año, y por otro lado, los datos que se reciben de los países emergentes y que vienen a señalar una reducción en lo que a contribuir el crecimiento comercial se refiere. En cualquier caso obviamente, la retirada de fuerza en la demanda doméstica dentro de la propia zona euro también tiene que ver en esta nueva valoración.
Esta previsión como hemos visto también alcanza a la tasa de paro, que subiría ligeramente, hasta el 12,4% en el próximo año, tan sólo dos décimas por encima de lo previsto.