Malos tiempos para la lírica (y la prosa y el ensayo y…)

En las quejas, probablemente justificadas en buena medida, del sector editorial en nuestro país, vamos a escuchar asociar elementos como editoriales responsables de Best Seller con piratería como elemento perjudicial determinante, también la contracción de las ayudas a la edición, e incluso, en algunos casos, la falta de renovación de adquisición de fondos públicos bibliotecarios, y todo esto es verdad, pero, no es menos cierto, que acompañando a la caída de la producción editorial en nuestro país, el crecimiento de lectores en bibliotecas públicas es exponencial en todo territorio nacional, que en casos como por ejemplo la comunidad autónoma andaluza ha llegado a multiplicar por cuatro la presencia de estos lectores.

Así que, la caída de la producción editorial en nuestro país parte de una supuesta paradoja; hay lectores de sobra pero no hay compradores de libros.

Si nos acercamos realmente a los datos del retroceso en la producción del sector editorial lo cierto es que son verdaderamente preocupantes; independientemente de las medias  que cada comunidad autónoma podrá presentar, el retroceso el número de lanzamientos en el primer semestre del año dentro del libro de papel es simplemente espectacular, superando en algunas comunidades el 60% de retroceso con respecto al mismo periodo del pasado año 2012.

¿Y salva la edición digital la situación?

Por lo tanto, aunque es cierto que las ediciones digitales han salvado ligeramente los muebles, no están ni de lejos en las previsiones que para este segmento se realizaban hace tan sólo dos o tres años, es más, los proyectos de plataformas digitales de ediciones, siguen dando pasos lentos y poco claros a futuro. Podemos tener un dato interesante del hecho de que durante varios años consecutivos las listas de éxitos digitales en un vendedor como Amazon en nuestro país se mostraban pobladas de libros autoeditados en mayor proporción que ediciones estándar de la industria del sector.

Desde luego no corren buenos tiempos para la industria de la edición.

imagen publicdomainpictures pixabay.com