Casi un tercio de la bolsa española está compuesto por empresas con una capitalización bursátil muy reducida. De hecho, el 28,8% de las empresas que cotizan en elmercado contínuo valen menos de 150 millones de euros, el techo mínimo que la mayoría de los analistas utiliza para considerar a un valor líquido.
En principio, los valores con una capitalización reducida son poco líquidos y se pueden hundir con pocas órdenes de venta. De ahí que sean especialmente arriesgados.
Algunas de ellas, incluso, no tendrían por qué cotizar en este mercado y podrían descender a otro como el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Éste es el caso de compañías comoEspañola del Zinc, General de Inversiones o el grupo Nicolás Correa, que al cierre de la sesión de ayer no llegaron a superar los 22 millones de euros, una cifra que sí superan algunas compañías que se han estrenado recientemente en el MAB, más conocido como la bolsa de las pymes. El diario económico Negocio, por ejemplo, debutó hace mes y medio con una capitalización de 28 millones.
Pero hay otro dato sorprendente. La mitad de las cotizadas (el 49,2% concretamente) tienen una capitalización bursátil que no supera los 500 millones de euros, lo que los analistas denominan «small caps», donde podemos incluir a compañías como Adolfo Domínguez, Corporación Dermoestética, Realia, Vocento, Vueling, Pescanova oSOS Corporación. Todas ellas, por tanto, son empresas con un factor de riesgo añadido.
En este sentido, Joaquín García, analista de BPI, explica que “una menor liquidez provoca un mayor riesgo, algo que no les suele gustar a los inversores, ni españoles ni extranjeros. Pero también es cierto que hay compañías fuertes, líderes de mercado en su sector, que no están tan limitadas en su liquidez. Un ejemplo claro es Viscofán”. De hecho,Viscofán es uno de los valores más recomendados por los analistas.
Además, como señala Paula Haussman, de Agenbolsa, “en tiempos de crisis, los inversores no apuestan por las empresas de capitalización reducida por una cuestión de confianza. Las compras se centran en los valores de gran capitalización porque son los que dan más seguridad”.
Sin embargo, a pesar de que la mitad de la bolsa española vale poco, su evolución dependerá de lo que hagan los grandes valores como Telefónica, Iberdrola o los dos grandes bancos –Santander y BBVA-. Iván San Félix, de Renta 4, explica que “que haya tantas empresas pequeñas en la bolsa española tiene sus pros y sus contras, aunque realmente el índice está algo concentrado porque irá bien si van bien los ‘blue chips’ e irá mal cuando estos valores caigan. Pero, de todas formas, es bueno que haya diversidad sectorial y de tamaño en los índices”.