Las ofertas han proliferado en el mercado desde que estallara la burbuja inmobiliaria. Si usted fue atento y se mantuvo firme seguramente haya conseguido comprar o cambiar su vivienda a un muy buen precio.
Es que en este contexto, quienes contaban con el dinero o bien podían conseguirlo mediante un préstamo, han podido aprovechar muy buenas ofertas, con un precio a la baja y encima con importantes descuentos.
Sin embargo, existe un riesgo latente frente a todas estas “maravillosas” oportunidades, y es el ‘riesgo fiscal’.
La Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid, podría detectar que el precio por el que compró y declaró al fisco como base para el cálculo de impuestos como los de transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados, sucesiones y donaciones, son inferiores a los que Ejecutivo regional cree que vale esa misma vivienda.
En ese caso el heraldo público procederá al envío de una notificación y el inicio de una investigación.
No olvidemos que el impuesto sobre las transmisiones patrimoniales grava el valor del bien y no su precio (el que figura en la escritura). Esto puede generar un perjuicio para el fisco en el caso de una verdadera oferta inmobiliaria.
Las valoraciones de su vivienda efectuadas por el fisco se basan en la ubicación, la superficie, la antigüedad y los precios a los que se cierran operaciones de viviendas similares en la zona de referencia.
Si usted escrituró sensiblemente por debajo de los valores estimados, la hacienda madrileña investigará a qué se debe la discrepancia. Que lo investiguen no quiere decir que lo sancionen. En la mayoría de los casos, se termina dando la razón al comprador. Sin embargo, el proceso puede ser bastante molesto.
Cabrá al contribuyente la obligación de demostrar que el precio pagado se justifica en uno de estas dos circunstancias admitidas por la ley: el estado de conservación o la llamada inadecuación funcional. El estado de conservación deberá demostrarse mediante la presentación de las facturas de gastos de refacción o reforma.
La otra causal, de inadecuación funcional, implica que el piso adquirido tenía una distribución obsoleta, está ubicada en una zona de botellón o próxima al aeropuerto. En esos casos las diferencias que no superen el 20% podrían darse por justificadas.
Lo principal en estos casos es estar prevenidos, para evitar sorpresas desagradables. Si le interesa saber cuál es la valoración que hacienda hace de su propiedad, puede informarse personalmente o bien por Internet en www.madrid.org.