Estamos acostumbrados a ver algún que otro ranking que publican tanto organismos internacionales como habituales, que nos ofrecen una visión global sobre algún tema en cuestión. Los más comunes son aquellos que se refieren a los países, y que nos ayudan a conocer la situación real de cada uno de ellos en diferentes sectores.
También los hay de personas, de trabajos, en fin, de todo. Pero también hemos podido observar que a pesar de referirse a lo mismo, las posiciones pueden cambiar considerablemente. Esto es así, porque no todos utilizan las mismas variables, y porque estas se modifican para poder «subir posiciones», o sencillamente porque los países no dan todos los datos.
Steve H. Hanke es un profesor de Economía Aplicada, de la universidad Johns Hopkins en Baltimore, y ha realizado un informe atendiendo a varios criterios que es digno de mención, y que nos hace ver cómo se podrían modificar los ránkings, en su mayor parte por la falta de información que algunos países no quieren que se sepa.
Es curioso ver, cómo la miseria de los países dependen de los presidentes de gobierno. En este caso el estudio se centra en EEUU. La crítica que hay en la actualidad a las políticas de austeridad y al libre comercio. Un profesor de Harvard, modificó el índice de Miseria Mundial, añadiendo la rentabilidad de los bonos y la diferencia del PIB real respecto a otros datos. Con esto utilizó los mandatos de cada presidente para medir la situación de la población.
Destacar que el año de Reagan, donde se promovía el libre mercado, fue muy bueno, al igual que el de Clinton, en el que las medidas fiscales dieron unos buenos resultados. Con esto se llega a la conclusión de la correlación que existe entre los diferentes presidentes de gobierno, y el rango de miseria. Así como la relación de la aprobación de dicho presidente por parte de los ciudades y del mismo índice.
Para la mayoría de la gente, la calidad de vida es importante. Menores tasas de inflación, tasas de desempleo más bajas, tasas de préstamos más bajos y un mayor PIB per cápita. Mediante la combinación de la clasificación de la encuesta y el índice de miseria, se llega a una clasificación estandarizada de un presidente a otro. Este tipo de análisis no se limita a los Estados Unidos. El concepto de índice de miseria se puede aplicar a cualquier país en el que existen datos adecuados y suficientes. Un índice de miseria, es decir una simple suma de la inflación, los tipos de interés, y las tasas de desempleo, menos los años del crecimiento del PIB per cápita, se utiliza para construir un ranking de 89 países.
Y Venezuela…
Ahora vayamos a un punto concreto. El índice de miseria de Venezuela, que ocupa el primer puesto en esta lista con un valor de índice de 79.4 allá por 2013. Este dato se ha obtenido con una tasa de inflación anual de 56,2%. Pero según Hanke, la tasa de inflación de Venezuela del año pasado fue de 278%. Cinco veces mayor que la tasa oficial. Con esta tasa, el valor en el índice de Venezuela llegaría al 301. Es decir que Venezuela se encuentra en una situación mucho peor.
¿Por qué es así?
Venezuela impone una compleja red de control de precios por parte del gobierno. En consecuencia, cuando uno observa los precios de los artículos que componen el índice de precios de Venezuela, es más que notable que estos son los estipulados por el gobierno, no los reales del mercado. Es más, hay bienes que ni aparecen, un 28% de los productos básicos según Friedman.
¿Cómo podemos saber la verdadera inflación?
Pues gracias a los mercados negros. Muchos bienes y servicios se han pasado a este mercado. Como ocurrió en la Segunda Guerra Mundial con algunos bienes. Desde los alimentos básicos a los bienes industriales llegaron al mercados negros. Había incluso una bolsa de valores ilegal. La escala de los mercados negros fue impresionante, con un 80% de todos los alimentos que se suministraban a través de los mercados ilegales. Pero como saber esto es prácticamente imposible, hay una alternativa.
Algo que sí es fácil de observar es el tipo de cambio del mercado negro. Dado que este es el precio más importante en la economía, los cambios en el tipo de cambio del mercado negro pueden utilizarse para estimar la verdadera tasa de inflación. En el caso de la tasa de cambio bolívar/dólar, la tasa de inflación es 5 veces más alta que la oficial.