Existen muchos problemas alrededor de las cuentas bancarias, el de las herencias no es un problema menor. Como vamos a ver a lo largo del artículo, dependiendo del tipo de situación, herencia o entorno familiar, el traspaso de una cuenta bancaria entre herederos puede acabar convirtiéndose en un problema grave.
En primer lugar, debemos saber que el banco, automáticamente tras el fallecimiento del titular, cerrará las cuentas, es decir, no será posible operar con ellas hasta que no exista una acreditación de herederos. Pero, que es lo que ocurre después, vamos a tratar de valorar todo el proceso de principio a fin.
¿Qué ocurre tras el fallecimiento de un titular?
Tras el fallecimiento del titular de una cuenta bancaria obviamente esta pasa al heredero o herederos directos del fallecido, pero, este traspaso no resulta inmediato, habitualmente y realizando los trámites correctos, se trata de un procedimiento que puede durar alrededor de un mes para ver definitivamente transferida la titularidad de las cuentas.
A la hora de comprobar la corrección de este cambio de titularidad, así como que los aspirantes se corresponden con los herederos, se va a exigir aportar a estos una serie de documentaciones a partir de las cuales comienza a generarse la operación.
En primer lugar se debe aportar el correspondiente certificado de defunción que se puede obtener para su expedición por el registro civil de la localidad donde se produjo el fallecimiento, esto es posible incluso en el caso de que dicho fallecimiento se ha producido en una localidad diferente a la de domicilio habitual del fallecido.
También se debe incorporar el certificado de Últimas Voluntades, que se expide por el Registro General de Actos de Última Voluntad, certificado que no[…]Leer noticia completa en la fuente original