El desarrollo profesional no es un término general. De hecho, es una parte fundamental en la trayectoria profesional de las personas, aunque no siempre le prestamos la atención debida. Estas son tres claves que siempre se deben valorar sobre el desarrollo profesional.
Para empezar, es importante no confundirnos: el concepto de desarrollo profesional se utiliza sobre todas las herramientas de capacitación que empleemos como añadido a nuestra formación.
Es decir, sería todo aquello que ayuda en la mejora de la capacitación para el trabajo tanto para las personas empleadas como para desempleados que ya han terminado sus estudios. Un ejemplo desarrollo profesional podrían ser los cursos de reciclaje profesional.
Desarrollo profesional: actualizarse respecto al sector laboral
En una sociedad en la que los cambios son cada vez más rápidos la actualización profesional es un aspecto clave en cualquier trabajo.
La actualización profesional se debe enfocar no sólo a los aspectos directamente relacionados con el empleo que se desarrolla (o se quiere desarrollar), también, con respecto a todos los posibles avances tecnológicos o de mercado que pueden influir en el sector profesional que corresponda.
Por ejemplo, la actualización puede desarrollarse respecto a una maquinaria o aspecto técnico del desarrollo profesional, o sobre una red social o modelo tecnológico que se pueda aplicar en el trabajo.
Desarrollo profesional: formación continua
La formación continua es otro de los aspectos clave en el Desarrollo Profesional. En algunos casos podrá ser proporcionada por las propias empresas a través de cursos de mejora y reciclaje.
Sin embargo, lo ideal es que a lo largo de su carrera profesional el propio trabajador sea capaz de realizar de manera regular cursos de formación y reciclaje profesional. Junto a la mejora de las habilidades,[…]Leer noticia completa en la fuente original