Lo que se viene hablando por lo bajo, comienza a salir a la luz, por boca de sus propios interlocutores. En ocasión de la emisión de los Bonos Catalunya -¿recuerda aquellos que rinden el 4,75% anual?- ya planteabamos nuestras serias dudas acerca de la real situación financiera de la Comunidad Autónoma. Ahora bien, ya se están escuchando voces que nos dicen nada más y nada menos que el dinero en la caja no alcanzaría siquiera para pagar las nóminas de los empleados de la Comunidad.
Sin lugar a duda, el ahogo financiero al que, según varias fuentes, ha llegado la Generalitat no tiene precedentes. Las tres principales agencias calificadoras de ratings han rebajado la nota de la deuda de esta región muy por debajo de la deuda española. Incluso un periódico financiero internacional de envergadura, como lo es el Financial Times, ha desnundado una verdad manifiesta: Cataluña ha retrasado los pagos de las deudas contraídas y tiene en estos momentos pagos pendientes por valor de 3.000 millones de euros, a los que deben sumarse los 2.600 millones de déficit previstos para este ejercicio y los entre 5.000 y 6.000 millones de deuda que vencerán a lo largo de 2011, entre los que incluye los bonos emitidos por la Generalitat a finales del año pasado de forma “desesperada”.
Algunos economistas aventuran que Catalunya es poco menos que la principal responsable de la crisis de solvencia que azota no solo a España sino también a la Eurozona. El déficit de Cataluña y su necesidad de conseguir durante este año entre 10.000 y 11.000 millones de euros lastran los esfuerzos de España y de la eurozona para solventar el problema de la deuda soberana.
Para que tenga una idea de la magnitud del problema, más de un tercio de los 107.000 millones de euros que adeudan las Comunidades Autonomas en su totalidad corresponden a Catalunya. El riesgo a un impago de esa deuda existe y crece día a día, máxime teniendo en cuenta que el déficit de Catalunya no solo no ha bajado sino que se ha incrementado sensiblemente en 2010, producto de un alza en el endeudamiento sin igual en el país, disparándose un 22%.
¿Como saldrá Catalunya de esta situación acuciante? Nadie lo sabe, pero no cabe duda que el ajuste recaerá, como siempre, sobre los habitantes de la región. Por lo pronto, pequeñas señales salen desde las autoridades de la Comunidad: el presidente catalán, Artur Mas, viajó en clase turista a Madrid, destacando que lanzó un mensaje ante una situación financiera “dramática”. Es poco menos que un idiotez pensar que un ahorro de esas características ayudará en gran medida a las cuentas de Catalunya, pero el mensaje es claro.
La situación financiera es de tal gravedad que dificulta el funcionamiento ordinario de la Generalitat. En este contexto, las autoridades han reiterado que se paralizarán y ralentizarán la construcción de nuevas infraestructuras que no sean prioritarias.
En el ámbito sanitario, se ha remarcado que concentrarán determinados servicios para ahorrar, por lo que los catalanes tendrán que desplazarse para hacerse pruebas que ahora pueden hacerse en instalaciones más cercanas a su población.
¿Que sucedería si Catalunya entrara en cesación de pagos? Por lo pronto, todos aquellos que tengan créditos a cobrar al Gobierno de la Comunidad verán como los mismos se licuarían en una serie de bonos -con grandes quitas y descuentos– de una probable reestructuración de la deuda. De igual modo, aquellos que hayan invertido en los bonos de Catalunya del año pasado, es probable que no vean su dinero por varios años ya un tipo de interés mucho menor al 4,75% prometido.
EL mayor problema es que un impago de estas características arrastre a España a un nuevo capítulo en su lucha con los mercados, el riesgo país y la solvencia. Y allí, el mal manejo del dinero por parte de las autoridades catalanas -de mínima, irresponsable, de máxima, corrupta- podría hacer que todos los españoles tengan que pagar sus deudas. Lo que se dice, pagar la entrada a una fiesta a la que no hemos sido invitados.
me parecia impensable esto acerca de Cataluña, cuando se presupone una extrema austeridad de aquellos que venían diciendo que «la pela es la pela». se ve que la ambición y derroche no escapo en ningún rincón de España (ninguna republica independiente de su comunidad autonoma.. que dice ikea). bien es cierto que el nuevo líder político aviso nada más acceder al cargo que se tenían que apretar el cinturon 3 agujeros; alá, a dieta.
Con un déficit fiscal de 22.000 millones de € al año que tiene Cataluña me parece una vergüenza que se diga que los españoles tengan que pagar una fiesta a la que no estan invitados.
Si Cataluña no tuviera que subvencionar a España ahora mismo estaría en superàvit.
Pero no decian que querian la independencia?
Y ahora que?
Les tenemos que pagar las marranadas que han cometido y ademas pedirles perdon por no hacerlo en catalan?
No eran ellos los mas rico, productivos y mejores de todos los españoles?
Morcillas les daba yo, que se aprieten el cinturon y dejen de criticar a los demas.
Ya esta bien de la pedanteria y prepotencia de estos catalanes.