Últimamente la cantidad de españoles que se encuentran ante el gran problema de que deben al banco más de lo que valen sus viviendas en el mercado actual se ha incrementado sensiblemente.
Es que estamos ante las consecuencias del estallido de la burbuja inmobiliaria. Quienes compraron hacia el final del boom y se han hipotecado para hacerlo, hoy se encuentran ante la realidad de que los precios de su inmueble han sufrido bajas que en algunos casos superan el 20%.
Para empeorar la situación, en el momento del boom, muchas entidades aplicaban clausulas de suelo a sus préstamos hipotecarios, y uno no lo notaba, ya que estaba más preocupado por las subas de los tipos de interés que por las posibles bajas.
Así, fueron muchos quienes se han perjudicado por este “descuido”, y no han podido beneficiarse con la disminución de los tipos de interés y consecuentemente del Euribor, que tuvo lugar en los años que siguieron al estallido de la burbuja inmobiliaria y hasta agosto de 2010.
Actualmente el tema del suelo en las hipotecas continúa generando controversia. Aunque ya hay precedentes judiciales en pos de la eliminación de tales cláusulas por abusivas, la realidad es que en gran parte de los casos continúan aplicándose.
Según datos publicados al cierre del mes de enero de 2011, el número de familias que debían al banco más del precio actual de su propiedad alcanzaba los 320.000.
A esta injusta situación, se suma el problema del incremento del paro. En 2010, el paro ha superado el 20%, por lo tanto, mientras se pueda continuar enfrentando el pago de la hipoteca, el desequilibrio es meramente nominal. Sin embargo, aquellas personas que por las circunstancias que fueran no pueden seguir pagando la cuota de la hipoteca, el problema es abismal, ya que si proceden a la venta del activo (casa), obtendrán un valor muy inferior a lo que aún deben y por tanto continuarán debiendo al banco parte del préstamo.
Este es un problema que se ha encontrado en la picota en estos días, y así como se lograron importantes avances jurisprudenciales, que avalan la entrega del bien para saldar la hipoteca, también se han pronunciado autoridades y jueces en contra de la validez de estas sentencias.
El verdadero problema es que aún encontramos entre 730.000 y un millón de casas, en el mercado sin vender ni alquilar. Con esos niveles de stock (exceso de oferta), sumado a la dificultad de acceder al crédito que se encuentran quienes ingresan en el mercado, y la desfavorable situación económica, se espera que los precios de los pisos continúen a la baja un buen tiempo más, sin que esto impacte en un mayor número de ventas.
De hecho, para este 2011, muchos especialistas coinciden en que los precios de la vivienda podrían registrar descensos que se situarán entre el 10% y el 15%.
Esto provocará que el número de familias que deben al Banco más de lo que valen sus hogares, no disminuya, sino que continúe incrementándose.
Quienes tengan la suerte de no quedar en paro, y puedan seguir pagando su préstamo, la única alternativa es reducir el consumo a lo mínimo indispensable, de forma de no caer en nuevos compromisos financieros que ahoguen el bolsillo. Para quienes no puedan… sólo quedará esperar una mejora legislativa de fondo…
En este sentido existen dos sentencias contradictorias, la primera abogaba por validar la entrega de casa para saldar la deuda hipoteca, introduciendo así el sistema americano en el ámbito hipotecario español, mientras que la segunda, que es posterior e invalida la primera, apunta precisamente a lo contrario y recuerda que en España, la venta de la casa no salda la deuda automáticamente.