A veces creemos que hacer un currículum es simplemente juntar datos y ya está, pero no funciona así. El formato que elijas puede ayudarte muchísimo o, si te equivocas, puede jugar en tu contra sin que te des ni cuenta. Hoy el debate está entre dos estilos que parecen opuestos, el CV minimalista, limpio y directo, y el CV creativo, más visual y llamativo. Elegir bien depende menos de tu gusto personal y más del sector en el que te mueves y del tipo de empresas que te van a leer. Vamos a verlo con calma para que puedas tomar la decisión buena para ti.
Qué aporta un CV minimalista y cuándo funciona mejor
El CV minimalista se ha vuelto casi un estándar en muchos sectores porque es muy fácil de leer, ordenado y deja la información donde tiene que estar. Su ventaja es que los reclutadores lo escanean rápido, que es justo lo que suele pasar en los primeros segundos. Los currículums simples, con tipografías claras y sin adornos, encajan muy bien en puestos donde prima la organización, la precisión y la claridad. Hablamos de sectores como administración, banca, contabilidad, logística, sanidad, educación y muchos trabajos técnicos en los que lo importante no es decorar nada, sino demostrar que cumples la experiencia y la formación adecuada.
Otra cosa buena del formato minimalista es que no distrae. Cuando alguien lee tu CV y lo entiende sin obligarse a mirar colores o recuadros, tiene más probabilidades de quedarse con tus años de experiencia o con ese logro relevante que te diferencia. Además, este estilo suele llevarse muy bien con los sistemas ATS que utilizan las empresas más grandes. Si tu currículum está limpio, con estructura clara y palabras clave, ahí mejoras las posibilidades de que pase el[…]Leer noticia completa en la fuente original
















