Los mercados financieros arrancan esta fase del año con sensaciones encontradas. Bolsas que suben un día y corrigen al siguiente, inversores más prudentes de lo habitual y, en medio de todo, el petróleo volviendo a ganar protagonismo. No es la primera vez que pasa, pero sí es un movimiento que conviene mirar con calma porque el repunte del crudo tiene efectos directos en muchos fondos sectoriales, especialmente los energéticos.
Si inviertes en fondos cotizados, o estás pensando en hacerlo, este tipo de escenarios no se pueden ignorar. El petróleo no solo es una materia prima más, sigue siendo un termómetro económico y financiero. Cuando sube, manda mensajes que van más allá del precio del barril.
Por qué el petróleo vuelve a tensionar los mercados
En las últimas semanas el precio del crudo ha repuntado con fuerza, apoyado en varios factores que se han ido acumulando. Por un lado, los recortes de producción siguen muy presentes. Los grandes productores no están dispuestos a inundar el mercado, prefieren sostener precios aunque eso signifique menos volumen. Por otro, las tensiones geopolíticas en zonas clave vuelven a meter ruido, y el mercado del petróleo es especialmente sensible a cualquier sobresalto.
A esto se suma una demanda que aguanta mejor de lo esperado. Aunque el crecimiento global no es espectacular, Estados Unidos sigue consumiendo energía a buen ritmo y algunas economías emergentes no han frenado tanto como se preveía. El resultado es un equilibrio bastante frágil entre oferta y demanda, donde cualquier noticia inclina la balanza.
Este contexto explica por qué los mercados de renta variable se mueven en terreno mixto. El petróleo al alza presiona la inflación, y eso pone nerviosos a los bancos centrales.[…]Leer noticia completa en la fuente original
















