Estamos llegando a la mitad del año y la guerra de depósitos no finaliza. Y si bien ahora las ofertas son más selectivas, la mayoría de las entidades financieras sigue apuntando sus cañones a la captación de pasivo a través de las imposiciones a plazo fijo.
Sin embargo, una de las que se ha mantenido al margen ha sido una de las fusiones, la de Caja España- Caja Duero que para conseguir liquidez, no se ha volcado a los depósitos sino que en sus oficinas intenta seducir con una emisión de cédulas hipotecarias a particulares.