En su última entrevista a la agencia de noticias AP, recogida por la versión estadounidenses del Huffington Post, el premio Nobel de Economía Joshep Stiglitz y profesor de la Universidad de Columbia advierte, entre otras cosas, del peligro que tiene la obsesión de los actuales gobiernos por la deuda. Critica Stiglitz incluso al de EEUU cuyas políticas de estimulo del crecimiento están a años luz de la austeridad aplicada en Europa.
Dice el profesor de Economía que olvidarse de estimular el crecimiento económico es un gran error, porque sólo así la gente de la calle podrá volver a consumir y, por tanto los países a crecer. «Este fetichismo del déficit está matando a nuestra economía. ¿Y sabes qué? Esto está relacionado con la desigualdad. Si nos adentramos en la austeridad, aumentarán el desempleo la desigualdad. La bajada de salarios implica una caída de la demanda agregada y, por tanto de la riqueza», asegura.
Destaca el académico, que la prosperidad que se vivió en los años previos a la crisis financiera sólo sirvió para acrecentar más las diferencias sociales. Y que fueron los ricos los que más se aprovecharon de la euforia crediticia. «Se vendió a la gente el mito de que todos éramos ricos, y de pronto se hizo evidente para todos de que se trataba de una mentira», advierte.
Respecto a los mercados financieros asegura que mantienen un grado razonable de desigualdad. Mientras existan habrá ganadores y perdedores. «¿Qué tiene eso de malo?», se pregunta. Pero al mismo tiempo advierte que la desigualdad a la que está conduciendo esta crisis es realmente peligrosa. Siempre nos contaron que un cierto grado de desigualdad era bueno para la economía, pero no en los niveles en los que estamos llegando ahora.
«Les dimos el dinero para rescatar el dinero, pero ahora ellos se lo trasladan a las personas que no pueden pagar sus hipotecas», destaca Stiglitz. Insiste en que estas políticas lo único que provoca es el estancamiento del consumo de los hogares. Concentrar el dinero en los más ricos y retraerlo de las clases populares no ayuda la economía del país. Porque esos grandes capitales buscan el lugar donde puedan conseguir más beneficios para su dinero y por eso, asegura el académico, el dinero sale al extranjero en busca de mejores rendimientos: China, Brasil, América Latina son los nuevos destinos del capital, que de otro modo debería estar levantando las economías con problemas.
Puedes leer la entrevista completa ( en inglés) en el Huffingtonpost