Así serán las duras condiciones tras el rescate a España

Dentro de las muchas dudas e incertidumbres que despierta cada nuevo informe de previsiones del FMI, hay algunos vaticinios que no por ser aún hoy poco probables dejan de ser advertencias que todos deberíamos hacer caso por la cuenta que nos trae. Una de ellas es la sobreponderación de la prima de riesgo en España, hoy coqueteando en los 450 puntos básicos, 250 más de lo que recomienda el organismo. Una señal de aviso para que el rescate financiero sea una realidad más temprano que tarde, en tanto que, si no se lleva a cabo es probable que la prima entre en una espiral alcista hasta más allá de los 750 puntos. Un punto en el que la colocación de la deuda española sería insostenible, condenando al Gobierno a no contar con la más poderosa herramienta para obtener liquidez con la que cuenta en la actualidad.

Casi con incredulidad, los medios publicaron hace unos días las declaraciones de un sonriente Wolgang Schäuble, ministro de Finanzas alemán, en las que aseguraba que “España está haciendo todo lo necesario en materia de política fiscal y reformas estructurales”, por lo que, en su opinión, nuestro país “no necesita un programa de ayuda”.

Más allá del prurito nacional que podamos sentir porque nos vean mejor de lo que aparentemente estamos, parece paradójico que el máximo tenedor de nuestra deuda, tanto pública como privada (entidades bancarias), sea el encargado de lanzarnos flores, intentando mantenernos con la suficiente vida como para poder seguir pagándole las facturas que se le deben y los intereses que se generen. El optimista primer borrador de Presupuesto presentado por el Gobierno estimaba estos intereses para 2013 en alrededor de 38.000 millones de euros.

Sea como fuere, lo que parece innegable es que las necesidades financieras de España a corto plazo se comerán en su práctica totalidad los 100.000 millones de euros que ofrecerá el Eurogrupo, en la forma del ‘no-rescate’ aún por definir que se está afanando por dilucidar Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, y su equipo.

Qué será, será…

Nadie debe llevarse a engaño. Cuando la ayuda llegue, bien sea después de las elecciones gallegas y vascas o cuando se celebren los comicios en EEUU, las condiciones que llegarán desde Europa serán duras, muy duras. Dará igual seguir buscando culpables entre políticos y banqueros: todos nos veremos afectados en mayor o menor medida, dando el pistoletazo de salida a la época del mayor ajuste en el nivel de vida de la historia de España.

Entre estas condiciones a cumplir sin concesiones, habrá algunas que no por ser menos esperadas dejarán de ser contundentes: nuevas alzas en los tramos de IVA, más recargos en el IRPF, congelación (en el mejor de los casos) de los sueldos de los funcionarios…

Y otras que, sin haberlas citado todavía, serán tan impopulares que provocarán aún un mayor auge de revueltas sociales, a imagen y semejanza de las imágenes que nos llegan desde Grecia. ¿Quieren saber algunas? Apúnteselas en la libreta:

 

Gasolina y tabaco más caro. Podría pensarse que la reciente subida en los impuestos especiales aplacará al Gobierno de tocarlos de nuevo, pero ya hay rumores de nuevas alzas que se cebarán especialmente con los carburantes, el alcohol y los artículos de lujo.

Menos dinero para prestaciones. Sobre la mesa del Ejecutivo está el endurecimiento en las condiciones para acceder a los subsidios por desempleo y la reducción en el tiempo de cobro de estas. Se están valorando modelos como el danés, donde los desempleados sólo gozan de seis pagas mensuales cuando se quedan sin trabajo.

También a los mayores. El hecho de que se esté tocando la famosa ‘hucha de las pensiones’ augura malos tiempos para los pensionistas, que probablemente verán cómo sus pensiones se congelarán durante los próximos años. No hay dinero en la Seguridad Social y parece que tocará pagarlo a todos.

 

Peor cuanto más cerca

¿Les parece poco? No se preocupen, que el escenario todavía es muy probable que sea más negativo para nuestros bolsillos. Las necesidades de recaudar más son aún más acuciantes si cabe para gobiernos regionales y ayuntamientos, muchos de ellos en situación de quiebra técnica.

Esto se traducirá en el aumento de impuestos como el IBI, las basuras o el propio catastro, con vistas a castigar un poco más a los ahorradores, esos que durante años han estado y continúan pagando religiosamente la maquinaria de la burocracia en todos sus niveles.

 

Condenar a varias generaciones a vivir con peor calidad de vida de la que gozamos puede resultar perverso en sí mismo. Hacerlo además así resulta hasta cruel, por mucho que en vez de rescate le den un nombre más prosaico. Esperemos que a nuestro nietos, al menos, podamos seguir dándoles su paga en euros… más n

1 comentario en “Así serán las duras condiciones tras el rescate a España”

  1. señor Pons, a usted lo deberían contratar para replazar a Piqueras, por favor, no se puede ser tan catastrófico, usted cree que nos pueden hacer más? si ya lo han quitado todo, las siguientes medidas no les servirán las medidas que hagan!!!, un saludo

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