En una noche donde no todo fue Madrid-Barça el mundo económico volvió sus ojos hacia la reunión de la Reserva Federal, ansiosos por conocer la postura del organismo ante la actual situación financiera y posibles medidas en cuanto a los tipos de interés. Sin embargo, esta vez su presidente Ben Bernanke se limitó a cumplir el guión en su comparecencia ante los medios y dejar las cosas como estaban.
Así, Estados Unidos mantiene los tipos de interés entre el 0% y el 0,25% a difrencia del BCE, que sí subió sus tipos un cuarto porcentual en marzo. Además, Bernanke auguró que los tipos deberán permanecer en estos niveles excepcionalmente bajos durante «un periodo prolongado de tiempo» que cifró por lo menos en «un par de reuniones» de la Fed. Dado que las próximas citas del organismo son e junio y agosto, no se esperan cambios hasta septiembre e incluso entonces podría ser demasiado pronto para ver un movimiento de tipos por parte de la Fed.
El otro gran punto de interés radicaba en saber la postura de la Fed ante su programa de recompra de bonos. El conocido como QE 2 o Quantitative Easing no tendrá en principio continuidad más allá del 30 de junio, tal y como estaba previsto. Es decir, que Bernanke apaga por el momento su helicóptero si bien «el comité revisará de forma regular el tamaño y la composición de su cartera de valores en función de las informaciones que vayan surgiendo y está preparado para ajustar la cartera según sea necesario para fomentar el máximo empleo posible y la estabilidad de precios».
A su vez, con el objetivo de mantener las IPC Blog contenibles, se espera ampliar más la cartera de valores. Pese a ello, el alza en los precios de las materias primas mantiene las preocupaciones de inflación dada la fuerte escalada en los precios del petróleo en las últimas semanas.
En una comparencencia donde el optimismo fue la nota dominante, el gran punto negro corrió a cargo del déficit. El déficit, que este año rondará el 11% según los cálculos del FMI, se encuentra en unos niveles que la Fed considera insostenibles, si bien cree que ya se están tomando medidas en la dirección correcta.
Por otra parte, la Fed, estima que la economía estadounidense crecerá en 2011 entre un un 3,1% y un 3,3%, por debajo de lo previsto en enero (3,9%.), aunque con mejores perspectivas sobre el empleo. Y es que la ahora espera que la tasa de paro se situe en torno al 8,4%-8,7% cuatro puntos por debajo de la anterior previsión, mientras que la inflación presionaría al alza con tasas entre el 2,1% y 2,8% frente al 1,3% y 1,7%.