Bitcoin, una moneda de dos caras

La inversión especulativa de moda ha comenzado a generar las primeras dudas y deudas. Hace unas semanas quebraba MtGox, hoy opera bajo administración judicial, y 750.000 Bitcoins se esfumaban como por arte de magia, algo más de 440 millones de dólares. Asistimos a un fenómeno de esos que solo es capaz de generar el ser humano, una moneda amable y solidariaque había sido creada como alternativa a la especulación de bancos y estados, ha terminado siendo el juguete favorito de los especuladores financieros.

En su origen, el gran poder delBitcoin era que no estaba sujeto a ningún control, pero claro ya se sabe, un gran poder supone una gran responsabilidad. Hoy quien pierde dinero con esta inversión no puede protestar ya que escapa a cualquier control. Una inversión sin valor intrínseco que se  encuentra en un limbo legal total. Un juego no apto para quien no esté dispuesto a perderlo todo.

Como fenómeno financiero valoramos positivamente la moneda virtual. Qué duda cabe que su buen uso introduce una variable quizá necesaria en el sistema financiero mundial. El problema es que lo que parecía un superhéroe ha terminado mutando a súper-villano. Y es que en la economía pasa como en los comics, la línea que separa a los buenos de los malos es muy fina.

Por otro lado, cuando hablamos del Bitcoinnos gusta definirlo como el antagonista del mercado de las monedas si lo comparamos con eloro. A diferencia del metal precioso, es una inversión de muy alto riesgo y su principal debilidad es que no está respaldada por un valor real. Como iniciativa nos parece más que loable, pero para aquel que quiera proteger su capital no existe nada como el oro. El valor refugio por excelencia, clave en cualquier cartera de inversión que tenga entre sus objetivos  la conservación de su poder adquisitivo en el tiempo.

Sonmuchos los intercambios ligados al oro que tienen lugar a gran escala en todo el mundo.  La onza de oro tiene un valor definido por un fixing diario, el que permite que se pueda estimar un bien en cantidad de oro, y además el oro paga al contado lo que es mejor incluso que una promesa de reembolso al 100%. Es el activo más tangible, y con un valor intrínseco que lo convierte en una de las mejores monedas que puedan existir.

Podría caerse la red de satélites, desaparecer un estado, que el dólar entrara en bancarrota, y el oro seguiría sirviendo como unidad de cuenta. Como lo ha sido desde hace miles de años, y como lo seguirá siendo pase lo que pase.

La decisión última es del inversor. Él es quién sabe si está dispuesto a arriesgarlo todo, o a no arriesgar nada.