“Grandes ingresos trabajando desde casa”. Los ojos de cualquier parado de larga duración pueden centellear al encontrarse esta frase en cualquier página web o incluso en su propio mail. Tras años de desesperación y desánimo ve una oportunidad de volver a ganar algo de dinero. Pero no es así, según asegura la asociación de consumidores Facua.
Tras esta atractiva oferta, que remitía a un teléfono móvil, se encontró toda una cadena de artimañas para sacar los cuartos a desempleados y a provecharse de su situación. Para empezar pedían al interesado que llamara a un número de por 807, uno de esos que con poco que hables ya te están desvalijando la cuenta corriente. Este es sólo uno de los muchos ejemplos que han detectado en ofertas de empleo falsas. La crisis ha agudizado el ingenio pero todavía triunfan los timos de toda la vida como los negocios piramidales en los que se hace creer al desempleado que es un trabajador cuando no es más que un iluso cliente que paga a cambio de casi nada. O aquellos que lo primero que hacen es solicitar al supuesto empleado que comience por abonar una cantidad inicial.
Para que la ansiedad no le ciegue conviene no perder de vista algunas máximas.
- 1. No se paga por trabajar, al revés es el trabajador el que debe recibir ingresos.
Eso es así en España, en China y en Kazajastán. Es decir, descarte de inmediato toda oferta que le pida dinero para empezar la actividad. Ni aquí n i en el extranjero por mucho que le digan que es para gastos de viaje, papeleo, gastos de envío del contrato. etc. Mucho menos si esa oferta ha llegado como Spam a su mail sin que haya solicitado.
- 2. La formación la paga la empresa.
A veces es difícil mantener la cabeza. La primera oferta de empleo en meses llega con truco, antes de empezar el trabajo hay que hacer un curso que el desempleado tiene que abonar previamente. Por muy goloso que parezca, huya será timo seguro. Las empresas serias que quieren una formación específica para sus empleados la asumen ellas mismas. Es más hasta tienen ayudas públicas por hacerlo.
- 3. Nadie se hace rico desde casa.
Sería estupendo que hubiera esa oportunidad, pero desengáñese no existe. A sí que deseche sin remordimiento todas las ofertas. Mucho más si además le solicitan dinero previamente para un teórico coste de material o algo así.
- 4. Evite las estructuras piramidales
Son aquellas en los que el trabajador debe comprar los productos de la empresa y luego revenderlos. En realidad más que trabajador es comprador y más de uno se ha arruinado por una compra excesiva de material que nunca pudo revender.
- 5. Mucho cuidado con los negocios internacionales
Algunas empresas ofrecen ganar mucho dinero actuando como mediador en transacciones internacionales. Le piden una cuenta bancaria donde ingresar un dinero que luego retirarán y a cambio ofrecen una comisión. Aparentemente es una forma fácil de ganar un dinero sin esfuerzo. El problema es que utilizan a los desempleados para blanquear dinero y en caso de investigación policial, el propietario de la cuenta será considerado como otro eslabón de la trama de blanqueo y se enfrentará al castigo penal correspondiente.
- 6. No hay nada bueno detrás de los teléfonos de alta tarificación
Si una oferta de trabajo le remite a un teléfono que empieza por 806, 807 u 905, desconfíe. En la mayoría de los casos, facilitan un teléfono móvil o un 902 como contacto y, al llamar, un buzón de voz insta a llamar a la otra línea. Las llamadas a las líneas con prefijos 803, 806 y 807 varían su precio en función no sólo de la duración, sino de la cuarta cifra de los teléfonos.
Si los timadores consiguen entretener 30 minutos al usuario, el tiempo máximo que pueden durar estas llamadas, haciéndole preguntas sobre su curriculum y disponibilidad, su precio alcanzará entre 26,55 y 46,02 euros, IVA incluido.
Desde Facua piden a las autoridades que no hagan la vista gorda y persigan con contundencia estos comportamientos. Por ejemplo, de nada sirve según Facua que la Ley obligue a desmontar el negocio del teléfono de alta tarificación como el denunciado más arriba, un año después de que se produzca esa denuncia, sino se multa de alguna forma los beneficios que han obtenido durante todo el tiempo que mantuvieron el engaño. El argumento parece meridianamente claro. Montan el chiringuito, se llevan la pasta de los pobres incautados y si les pillán lo máximo que les puede ocurrir es que les hagan cerrar línea.