Cuándo buscas contratar un servicio o comprar un producto es muy probable que te encuentres esas ofertas que a veces calificamos como chollos. Sin embargo, los chollos rara vez acaban siendo verdaderamente ofertas beneficiosas, y, en muchos casos, no dejan de ser simplemente ganchos que buscan atraer al usuario y que contienen sorpresas tras una revisión reposada.
Si aplicamos esto un segmento como los materiales de oficina, descubrimos dos modelos de sorpresa desagradable escondidos detrás de muchos supuestos chollos:
- Se puede tratar de una oferta muy puntual sobre un producto muy concreto, habitualmente asociada a disponibilidad de unidades, y que además, esconde, unos precios elevados por encima de la media en el resto de catálogos y productos ofrecidos.
- También, y es más usual de lo que podríamos pensar, podemos encontrar ofertas como la anterior citada, pero que además, ni siquiera posee disponibilidad inmediata ni sobre el producto ofertado ni sobre el resto de catálogo.
Obviamente, cuando hablamos de materiales de oficina, necesitamos medir la oferta por una serie de parámetros imprescindibles:
- Poseer un modelo transparente de precios bajos en material de oficina que, no se limite sólo a un producto o una familia de productos, sino que se extienda de manera constante por todo el catálogo ofertado. Esto no necesita de ofertas espectaculares, ya que todos los productos realmente están ajustados a precio.
- Ofrecer disponibilidad inmediata de los productos y ser capaz de servirlos en plazos aproximados de 48 horas.
- Poseer un buen servicio de una buena logística que no genere incidentes ni problemas sobre los pedidos al cliente.
Suministrar el material de oficina siempre al mejor precio es desde luego la mejor de las ofertas a la que, como clientes, podemos acceder, no en vano, la compra a medio y largo plazo va a redundar en beneficio para nuestro bolsillo. En el lado contrario, dejarse llevar por supuestas ofertas espectaculares sin fundamento, puede convertirse como decíamos no sólo en fuente de sorpresas desagradables sino, incluso, en pérdida de dinero, recepción de malos materiales y demás cuestiones a las que desafortunadamente Internet no es ajeno.
Imagen de Flickr