Cuando se necesita buscar financiación para cualquier tipo de necesidad, bien un imprevisto, cambiar de coche, etc., es importante valorar que tipo de préstamo vas a solicitar. No todos son iguales.
Aunque tradicionalmente acudimos a los préstamos de los bancos, lo cierto es que la financiación alternativa ha ido abriéndose un hueco. Pero, no es la más adecuada para todos. Por ello, siempre conviene elegir a fondo cuales son los productos que mejor se van a adaptar a lo que necesitas.
Vamos a repasar algunos conceptos básicos en este sentido y las herramientas que vamos a poder utilizar de una u otra manera.
¿Pero qué es la financiación alternativa?
No existe un único método de financiación alternativa, de hecho, podríamos hablar de métodos tan diferentes entre sí como:
- Los préstamos rápidos
- Los préstamos entre particulares
- Los préstamos colaborativos
Desechando los préstamos entre particulares, ya que merecen un trato aparte y, no quedarían regalados dentro del sistema financiero como tal, aunque no dejan de ser una operación financiera, nos centraremos en las otras dos herramientas.
Los préstamos rápidos
Son una herramienta creciente en los últimos años. Proporcionan financiación rápida, generalmente a través de Internet, para cantidades de dinero bajas o medias, y no poseen los filtros tan duros como la banca tradicional.
Las principales ventajas podrían ser:
- Velocidad en el trámite la solicitud y respuesta
- Menos filtros a la hora de solicitar el préstamo, pudiendo acceder incluso con Asnef
- Rapidez a la hora de acreditar el dinero en la cuenta del solicitante
Los principales inconvenientes serían:
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