No sé si os pasa como a mí, pero estoy cansado de oír y leer tantos análisis, comentarios y opiniones sobre el rescate a España. No niego que sea un asunto de una importancia trascendental y que afectará (hay o no rescate) a muchos segmentos de la población.
Pero mi trabajo no es el de un economista o el de un analista político; mi trabajo consiste en orientar al inversor de la mejor manera que pueda para que tome las mejores decisiones de inversión en función de sus objetivos. Dicho esto, la pregunta que puede hacerse el inversor no es tanto si habrá o no rescate sino si debe cambiar su forma de invertir y su cartera de inversión en función de lo que decida Europa sobre este tema.
Mi respuesta rotunda es NO.
Imagínese que la respuesta sea sí. Entonces también debe cambiar su cartera en función del resultado de las elecciones americanas, también debe cambiar su forma de invertir en función de si hay aterrizaje duro o suave en China, en función de si el euro se va a resquebrajar o no, en función de si hay o no conflicto con Irán, en función de si… como podéis imaginar la lista puede ser interminable. Si tuviéramos que esperar a que se resuelvan todas las dudas o incertidumbres que existen en el plano macroeconómico o político nunca invertiríamos. Estaríamos paralizados por la indecisión, por el miedo a equivocarnos.
Incluso si supiéramos de antemano si nos van a rescatar o no, eso tampoco nos daría una ventaja a la hora de invertir. Lo más probable es que los mercados hagan lo contrario de lo que piensa la mayoría, así que lo mejor es invertir sin tener demasiado en cuenta aspectos puramente macroeconómicos o políticos. Céntrese en su horizonte de inversión y en su nivel de riesgo y construya su cartera en función de estos elementos que sí puede controlar.